El nuevo consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Gobierno de Castilla-La Mancha, Julián Martínez Lizán, ha tomado posesión de su cargo asegurando que su trabajo al frente de este departamento también contemplará apuntalar el trabajo a través de los grupos de desarrollo rural desplegados por todas las comarcas de la Comunidad Autónoma.
En declaraciones a los medios, ha comenzado por agradecer el trabajo del equipo que le ha precedido en el cargo liderado por Francisco Martínez Arroyo; al tiempo que ha defendido que toda su vida personal y profesional está vinculada con el sector primario.
Ahora quiere «fortalecer las políticas agroalimentarias», además de activar las políticas para la ganadería «entendiendo las problemáticas» que se le rodean y su efectos «económicos y climáticos».
Otro de sus retos, ha dicho, será articular medidas para ensanchar el «asentamiento» en zonas despobladas y facilitar en estos territorios la posibilidad de emprendimiento.