La gestión de la producción de hidrógeno verde en Castilla-La Mancha ha despertado interés en el transcurso de una reunión de trabajo en la que la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha participado para hablar de energías renovables con representantes de Véneto (Italia), Carintia (Austria), y Sajonia (Alemania).
En su intervención, Gómez ha puesto en valor la colaboración público-privada para favorecer la instalación de proyectos, señalando potencialidades como el Centro Nacional del Hidrógeno o el Clúster del Hidrógeno renovable de Castilla-La Mancha, que ya integran más de 40 empresas de todos los sectores; junto a localidades como Puertollano, enclave donde se alojan ambos y que es un centro estratégico para albergar las diferentes etapas de la cadena de valor del hidrógeno renovable.
Según ha dicho, gracias a la expansión de la industria del hidrógeno, Castilla-La Mancha se ha convertido «en un gran reclamo para las empresas punteras del sector que están apostando por instalarse en las cinco provincias, creando riqueza y empleo alrededor de este vector renovable».
Ha incidido en que las iniciativas ya implementadas han conseguido generar mil puestos de trabajo en 80 empresas que dan servicio a la producción de hidrógeno verde en Puertollano.
Por otro lado, ha citado el proyecto con Cummings, que está instalando en Guadalajara, otra de las provincias de la región, una fábrica de electrolizadores, los sistemas de almacenamiento que permiten el uso del hidrógeno verde y que hacen que se desarrollen todas las etapas necesarias no sólo para producir el hidrógeno sino para transportarlo a proyectos reales que se están produciendo en la región.
Ha sido este punto en el que, durante el encuentro, el experto en renovables de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, Ruud Kempener, ha preguntado expresamente a la consejera la forma de gestionar este volumen de trabajo.
«Nosotros contamos con la mejora en cuanto al tratamiento de este tipo de empresas como empresas prioritarias, que permite que analicemos desde todos los puntos de vista urbanístico, energético e impacto ambiental en su conjunto», ha explicado Gómez, quien ha detallado que una vez que se abre la puerta a un proyecto, la forma de gestionar hace posible que se pueda «informar a empresas en tiempo récord de cómo beneficiarse de las autorizaciones necesarias para su instalación».