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domingo, 14 abril

VÍDEO: Increíble espectáculo de buitres leonados en las Lagunas de Ruidera

Casi un centenar de estas majestuosas aves carroñeras se dieron cita este lunes en el Parque Natural

Hace unos meses informamos de la concentración de varias decenas de buitres en la zona de Ruidera en torno al cadáver de una cierva, y de nuevo este pasado lunes hemos podido observar el increíble espectáculo de cerca de un centenar de buitres leonados en torno al cadáver de un jabalí.

Las visitas de estos carroñeros empiezan a ser más frecuentes en el parque natural. Desde que se implantaron las medidas de protección hay mucha más vida salvaje, y por lo tanto hay más animales de gran tamaño, como cabras montesas, venados y jabalíes (sobre todo estos últimos). Aunque no hay constancia de que los buitres tengan colonias establecidas en Ruidera, cada vez es más frecuente la visita de estos.

La causa de que cada vez sea más común el avistamiento de buitres en esa zona es porque estas aves se desplazan a diario hasta 200 kms en busca de alimento y se elevan a grandes alturas hasta localizar las corrientes cálidas que les hacen volar sin esfuerzo, solo planeando. Las colonias estables de buitres leonados más cercanas a este Parque están en Cabañeros, Valle de Alcudia y, en menor medida, la Sierra del Segura.

Con más de 2,5 metros de envergadura y un peso de 6-9 kilos, este carroñero es una de las aves más voluminosas de Europa y también una de las más longevas. Su presencia es fundamental para mantener un ecosistema saludable y evitar la propagación de enfermedades, ya que digieren perfectamente la carne putrefacta portadora de bacterias.

Hace unas décadas eran considerados alimañas, y se les envenenaba hasta llevarlos al borde de la extinción, y aún todavía hay mucha gente ignorante que cree que son depredadores, pero su morfología les impide atacar a otros animales para cazarlos, ya que no tienen garras poderosas y tienen bastante dificultad para alzar el vuelo.

Apenas existe dimorfismo sexual entre los buitres leonados. Las aves adultas tienen una coloración general pardo-grisácea, con las regiones dorsales algo más pálidas, en contraste con las rémiges oscuras, mientras que las ventrales son de tonos marrones y pueden aparecer sutilmente listadas con un tono más claro. Los juveniles, por su parte, son de color marrón rojizo, más oscuro que en los adultos, y poseen un plumaje compuesto por plumas lanceoladas con finas estrías claras, que son renovadas progresivamente por otras de perfil redondeado.

Inma Delgado Fotografía New Born

Visto de cerca, en el aspecto del buitre leonado llaman la atención varios detalles morfológicos en la cabeza y el cuello, como el poderoso pico, la característica gola de plumas y el largo y desplumado cuello, cubierto tan solo por un fino plumón, que se adapta perfectamente a la exploración del interior de los cadáveres. Es precisamente en esta zona anatómica de la rapaz donde se pueden apreciar con mayor facilidad las diferentes edades de las aves.

Así, los buitres adultos tienen el pico de color hueso, la gola blanca y algodonosa, el plumón de la cabeza claro y el iris de color amarillento o ambarino, mientras que los ejemplares juveniles lucen una gola muy patente y desflecada, compuesta por largas plumas lanceoladas de color rojizo, y tienen el iris y el pico negros.

A medida que transcurren los años, los buitres leonados van pasando por diferentes plumajes intermedios, en los que progresivamente adquieren la librea del adulto, cosa que sucede cuando cuentan con siete u ocho años.

Visto en vuelo, el buitre leonado ofrece una silueta inconfundible, con las alas largas y anchas ligeramente enVy una reducida cola. También en estos momentos se pueden diferenciar las edades de las aves, ya que los adultos tienen, comparativamente, la cola más corta que los juveniles y el borde posterior del ala más recto, mientras que estos lo presentan aserrado.

Suelen volar en pequeños grupos, que se hacen más grandes cuando detectan un cadáver gracias a su magnífica vista. Suelen detectar la carroña por la presencia de córvidos. Cuando detectan la comida, empiezan a descender lentamente planeando en círculos y así se les van uniendo más congéneres.

Hay cuatro especies de aves necrófagas en España, tres de ellas con población estable en nuestra región: el buitre leonado, con una población de unas 3.600 parejas reproductoras; el buitre negro, con alrededor de 1.200; y el alimoche, con 205 parejas. La cuarta especie de aves carroñeras es el quebrantahuesos, que no tiene colonias estables en Castilla-La Mancha, aunque hagan ciertas incursiones en las zonas de la sierras de Guadalajara y del Segura.

Es una auténtica suerte poder disfrutar de la siempre beneficiosa presencia de estas aves carroñeras en nuestra región. Ahora Ruidera parece mucho más un Parque Natural.

Manuel Buendía Pliego
Manuel Buendía Pliego
Persona inquieta y multidisciplinar. Artista plástico, profesor de dibujo y acuarela, diseñador, gastrónomo, y escritor aficionado. Ha publicado en distintos medios digitales varios relatos, también ha publicado un libro de microrrelatos junto a Carlos Naranjo, y está trabajando en varios proyectos editoriales.
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