Hace 38 años (1985), Mauricio Rodrigo Vaquero y Santiago Millán Villena dejaban sus trabajos como oficiales mecánicos especializados en tractores. Montaron su primer taller con los mínimos recursos y el máximo de ilusión. El taller mecánico poco a poco empezó a contar con la confianza de cientos de agricultores y en 1991 crearon la empresa Centro Tractor como servicio oficial de Massey-Ferguson.
Ambos socios continuaron su labor asentando el negocio, al que en 1995 se sumaron los hijos de ambos: Mauricio y Rafael. Con el paso de los años, Rafael aspiró a algo más, pero siempre dentro del mundo de los vehículos agrícolas, y en 2008 entró a trabajar en la central española de la marca que representan, abandonando el negocio.
Pasaron los años y Mauricio-padre se jubiló. Cuando llegó el turno de la jubilación de Santiago, le tocaba a Mauricio-hijo quedarse solo con un negocio bastante complejo y en plena expansión y evolución, en el que necesitaba quien le ofreciera el equilibrio y apoyo necesario. Rafael decidió dejar su trabajo en la central para volver con Mauricio al negocio que sus padres habían fundado casi 40 años atrás y en el que ambos habían comenzado su vida laboral.
Aunque la decisión que tomó Rafael fue muy difícil, este consideró que se lo debía a su padre y al padre de Mauricio, y desde hace dos meses están en el periodo de transición y de traspaso de poderes. Esa transición se hará efectiva este miércoles, 31 de mayo, en el que harán una jornada de puertas abiertas y cuyo fin último es el de homenajear a esos dos socios fundadores, que con escasos medios y mucha ilusión sacaron adelante un proyecto en el que creían y en el que con el tiempo implicaron a sus hijos.
El reto al que se enfrentan ahora los vástagos es diferente a aquel en el que los padres de ambos se embarcaron en su día. Los vehículos y maquinaria agrícola han tenido un espectacular salto tecnológico, y en una ciudad como Tomelloso, donde la agricultura sigue siendo un pilar económico fundamental, los agricultores también se han renovado y evolucionado. También en el sector agrícola se está produciendo un cambio generacional y un traspaso de poderes muy radical.
Actualmente los tractores más avanzados son prácticamente autónomos y se pueden programar para hacer diversas tareas agrícolas sin un humano que vaya sentado encima de ellos. A través de GPS se puede programar, por ejemplo, el arado de una parcela de tierra, y elegir el tipo de arado que se busca. Esto es solo un ejemplo de la tecnología punta de la que disponen estos tractores, y este es el nuevo reto que van a afrontar Mauricio Rodrigo y Rafael Millán, un tándem renovado que mañana rinde un homenaje a los pioneros, a sus padres, Mauricio Rodrigo Vaquero y Santiago Millán Villena.