La última semana de 2023 ha arrancado con tiempo estable y soleado sin apenas lluvia y heladas nocturnas en el interior además de nieblas persistentes, que dará paso a un fin de año, el 31 de diciembre, que se prevé anticiclónico salvo en el extremo norte, donde podría llover y nevar desde 800 metros.
Así lo ha asegurado este martes el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, quien ha avanzado que en principio, «aunque con incertidumbre», parece que durante el domingo 31 se irá imponiendo el tiempo anticiclónico.
Pese a ello, ese día un flujo de vientos húmedos y fríos podría dejar lluvias en el extremo norte peninsular, con nevadas en cotas bajas en Pirineos y la cordillera cantábrica.
Y ya el lunes 1 de enero, Día de Año Nuevo, la incertidumbre aumentaría «notablemente», y lo que se prevé son dos escenarios distintos: uno, tiempo estable, anticiclónico en general con pocas lluvias.
El otro, la llegada de un nuevo sistema frontal por el noroeste peninsular que podría avanzar por el interior con lluvias el día de Año Nuevo, sobre todo en la mitad occidental y comunidades cantábricas, con temperaturas en «claro ascenso» por vientos templados del oeste y suroeste.
Para la jornada de hoy lo que está previsto es tiempo anticiclónico con heladas nocturnas en amplias zonas del interior y bancos de niebla persistentes en la meseta norte y valles de grandes ríos.
A primeras horas se han registrado temperaturas en torno a los 8º bajo cero en páramos del centro peninsular, como en Mira, en la provincia de Cuenca, y en Molina de Aragón (Guadalajara).
En la meseta norte, algunas localidades pasaron ayer el día de Navidad sin sobrepasar los cero grados, como Autilla del Pino (Palencia); también hizo mucho frío en las ciudades de Palencia y Valladolid en donde no se superó el medio grado de máxima.
Según las predicciones de la Aemet, para los próximos días, esta situación de estabilidad atmosférica continuará en general, si bien entre el jueves y el sábado se debilitará algo el anticiclón, y podrían darse lluvias y nevadas en el extremo norte peninsular y en el noroeste.
De momento este martes las nieblas en la meseta norte serán persistentes y engelantes, lo que significa que, debido a temperaturas bajo cero las gotitas que componen la niebla se congelan al impactar con el suelo y otras superficies, dando lugar a peligrosas placas de hielo.
«Mucha precaución por tanto al volante», ha advertido del Campo.
El miércoles un frente asociado a una borrasca atlántica alcanzará el noroeste peninsular y dejará lluvias en Galicia, que serán persistentes en el oeste y que a últimas horas de forma más débil llegarán a Asturias y Castilla y León.
Las ciudades de Zamora y Valladolid podrían pasar de máximas el martes, de 2 o 3º, hasta diez grados el miércoles.
También podrían disiparse las nieblas persistentes y subir las máximas en puntos de la depresión del Ebro, especialmente en el entorno de Lleida; a orillas del Mediterráneo se rondarán de nuevo a mediodía a los 18 a 20º.
El jueves el frente continuará hacia el interior a la vez que se debilitará, y dejará lluvias en Galicia, Asturias y Castilla y León.
El viernes continuaría el ascenso térmico, «más palpable en horas nocturnas», con heladas débiles en puntos de la meseta norte y paramos de la zona centro.
Las temperaturas diurnas ese día bajarán por el Mediterráneo.
Se prevén lluvias en Galicia, Asturias y Castilla y León, sin descartarse en el extremo norte, con nieve en Pirineos y en la cordillera cantábrica a partir de 2.600 metros.
En el resto del país los cielos estarán nubosos sin lluvias y el sábado la mayor probabilidad de precipitaciones se concentrará en el extremo norte, sin descartar precipitaciones más débiles y aisladas en otros puntos de la mitad norte.
Todo ello, con temperaturas en descenso y heladas más abundantes que en la jornada anterior. La cota de nieve podría bajar hasta unos 1.000 metros en el norte.