El candidato de Vox a la Alcaldía de Ciudad Real, Ricardo Chamorro, ha propuesto facilitar el emprendimiento y crear un «ambiente favorable» para familias y jóvenes en Ciudad Real si gobierna en la capital tras las elecciones del próximo 28 de mayo. Además, ha mostrado preocupación «por la falta de conservación de las calles» y ha incidido en «la necesidad de realizar un estudio profundo para reducir la burocracia».
Así, manifiesta que el partido «tiene que hacer una ciudad cómoda, al servicio de los ciudadanos y atrayente para quien quiera invertir, quedarse y tener un proyecto de futuro». Resalta que la provincia «también está muy mal» y que «hay que crear un ambiente favorable para las familias, el arraigo y los jóvenes».
«Nos preocupan las calles de Ciudad Real a nivel de suciedad, de falta de conservación y de mobiliario urbano», dice a la vez que incide en que «la suciedad en las calles denota el pasotismo y la dejadez de las corporaciones que han pasado por la ciudad».
La inseguridad ciudadana, según Chamorro, es otra de las cuestiones a cambiar «porque si no, no hay futuro ni en la ciudad ni en la provincia».
Preguntado por cuáles son las alternativas que el partido ofrece a la ciudad, ha contestado que «es el único partido que no ha tenido responsabilidades de gobierno en el ayuntamiento y que plantean un cambio en sus propuestas».
«Hay que dar un cambio a Ciudad Real, que tiene una estructura en su ayuntamiento que parece de los años 60 con mucha burocracia y parálisis, no es una entidad que esté al servicio de los ciudadanos de Ciudad Real y por lo tanto necesita esa alternativa», ha añadido.
DAR UNA VUELTA DE CALCETÍN A CIUDAD REAL
Así, critica «las ideas caducas de otros partidos que han puesto sus programas a funcionar y dado lugar a lo que hay ahora mismo en la ciudad, con un 25 por ciento de jóvenes que se van, una población estancada desde hace más de 12 años y un montón de locales comerciales cerrados», añadiendo que «hay que dar una vuelta de calcetín a Ciudad Real».
Sobre la política de pactos, opina que «por respeto a los ciudadanos», no adelantarán información al respecto porque «creen en el hecho de las elecciones municipales y el derecho de los ciudadanos a decidir». «Todo lo que sea decir de antemano que vamos a llevar pactos, es absurdo, vamos a esperar a ver qué eligen y posteriormente veremos si hay que llegar a pactos», apostilla.
Aparte del tema de los impuestos, según el candidato, Ciudad Real tiene otras problemáticas como «un ecosistema no favorable para el emprendimiento ni las familias». Así, se muestra «totalmente en contra» de la zona de bajas emisiones (ZBE), obligatoria en ciudades mayores de 50.000 habitantes para reducir los valores límites de calidad del aire obligados en la salud de la Unión Europea donde el acceso de determinados vehículos se encuentra restringido y controlado, según el tipo de emisiones.
Además, comenta que la ZBE «puede crear un problema a los comercios y a la vida en el centro de Ciudad Real». «No podemos aceptar que se ponga un muro a aquellos que no tengan ciertos vehículos», añade.
Al respecto, manifiesta que «están para gobernar en función de los intereses de los ciudadanos y no al servicio de lo se piense en Bruselas, donde se desconoce la realidad de lo que ocurre con el comercio de la ciudad».
Asimismo, aboga por que el ayuntamiento «no sea un muro» sino una administración abierta y facilitadora que pueda otorgar licencias de apertura de negocios, facilitar el emprendimiento juvenil y ayudar en los trámites a las familias de Ciudad Real porque «la administración tiene que estar al servicio de los ciudadanos».
«Nos identificamos con los trabajadores, autónomos, pequeños comerciantes y jóvenes que se van por falta de oportunidades, queremos cuidar lo nuestro y dar soluciones a todos los problemas que les hacen la vida cada vez más difícil», concluye.
