Castilla-La Mancha tiene 12.918 trabajadores y trabajadoras mayores de 65 años, una cifra que representa la más alta de toda la serie histórica. Según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, de esos cerca de 13.000 afiliados, 7.291 son hombres y 5.627 son mujeres.
La secretaria regional de Empleo y Política Sindical de UGT, Isabel Carrascosa, apuntaba que hace 10 años –en 2013– el número de trabajadores y trabajadores mayores de 65 años era de 3.752 y representaban el 0,6% del total de afiliados, ha informado el sindicato en nota de prensa.
«Ahora esta cifra se ha triplicado y los mayores de 65 años ya representan el 1,6% de la población afiliada», ha indicado, para apuntar que este incremento no solo está relacionado con el aumento de las personas afiliadas que se está dando en los últimos tiempos o con aquellos que voluntariamente quieren superar la barrera de los 65 años para seguir sintiéndose útil, sino más bien con la necesidad que tienen muchos trabajadores y trabajadoras de alargar su vida profesional para cobrar pensiones más elevadas, personas en algunos casos que han tenido empleos precarios y que ahora se encuentran con pensiones muy bajas.
UGT Castilla-La Mancha defiende la importancia de seguir avanzando en la mejora de los salarios ya que «una persona que ha estado toda la vida trabajando debe poder llegar a la edad de jubilación con una pensión digna. Es –además– la mejor manera de seguir garantizando las pensiones del futuro», comentaba Isabel Carrascosa.