Año tras año, y coincidiendo con las fiestas del pueblo de Ruidera el 15 de agosto y los días adyacentes suelen ser los de mayor afluencia de visitantes en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Este año el parque se está viendo afectado por una larga sequía que solo paliaron levemente las insuficientes lluvias primaverales, y además estamos teniendo un verano especialmente tórrido. Así pues, todas las lagunas altas se están viendo afectadas, y su volumen hídrico se ha reducido notablemente en el último mes.
A pesar de la entrada en vigor del plan de protección de las lagunas el verano pasado, el número de visitantes no parece que se haya disminuido mucho, sobre todo durante los fines de semana. Es difícil encontrar el equilibrio del turismo sostenible, ya que es un espacio natural tremendamente atractivo para todos los castellano-manchegos, y de más allá, y si bien es cierto que las medidas han limitado el número de vehículos, no ha sido suficiente, por lo que habrá que evaluar la situación del parque después de la campaña veraniega.
Las lagunas altas (Blanca, Conceja, Tomilla, Sampedra y Tinaja), y las intermedias (Redondilla y Lengua) pertenecientes al término municipal de Osa de Montiel (Albacete) excepto la Laguna Blanca (Villahermosa-Ciudad Real) ademas de haber bajado su nivel, están siendo afectadas por micro-bacterias, por lo que se ha prohibido el baño en varias de ellas, prohibición que muchas visitantes no están respetando, como hemos podido comprobar.
La laguna Redondilla es la más afectada (como siempre), ya que esta solo se alimenta por un pequeño arroyo que desagua desde la laguna Sampedra, la cual ha dejado de aportar agua al mismo. Hace años, cuando la desecación de las lagunas en verano era algo más común, por un indiscriminado uso del agua en el acuífero que alimenta las lagunas, era muy normal ver esta laguna totalmente seca, pero hace ya unos pocos años se tomaron medidas de protección, las cuales hicieron un parcial efecto positivo. No obstante, los años de sequía seguimos viendo como esas primeras lagunas reducen su nivel en verano de forma muy expeditiva, y es posible que si durante el próximo mes seguimos en esta situación veamos de nuevo la triste imagen de la Laguna Redondilla totalmente seca.
La siguiente laguna a la Redondilla es la Lengua, una gran laguna de forma alargada, que se alimenta de la anterior, de formación de sedimentos calcáreos que le dan un bonito color turquesa. Esta laguna es bastante profunda y sus orillas están formadas por paredes verticales a modo de acantilado. Por su profundidad es muy difícil que se llegue a secar, pero no obstante ha descendido su nivel en unos cuatro metros, lo que supone muchos metros cúbicos de pérdida.
Confiemos en que vuelvan las lluvias en breve y que desciendan las temperaturas para que se ralentice el proceso de desecación de este oasis de nuestra tierra, uno de los espacios naturales más bellos de España, y que el próximo invierno podamos volver a ver las lagunas en todo su esplendor.