Productores de melón y sandía de La Mancha ciudadrealeña apuntan a que la temporada de este año, en pleno proceso de recolección, se ve abocado a calibres menores a estas alturas debido a las últimas lluvias y tormentas, aunque las perspectivas son buenas.
Según explica a Europa Press el agricultor Mario Picazo, de Melones y Sandías Los Picazos, se espera, con todo, una buena campaña si se mantienen las altas temperaturas, lo cual condiciona también el auge del consumo. El precio será «correcto», y la calidad, «como siempre en La Mancha, extraordinaria».
Aunque ha habido una reducción en cuanto a la cantidad de producto en sus niveles más tempranos, con reducciones de en torno al 30% por los calibres menores, la perspectiva es que a primeros de agosto podamos ver en los lineales de los supermercados los calibres tradicionales, de entre 1,5 y 2 kilos para terminar consolidando piezas de hasta 4 kilos.
Más o menos la perspectiva es que a primeros de agosto ya se empiece a meter en los lineales calibres más acordes con lo que estamos acostumbrados. Estamos hablando de calibres entre 1,5 y 2 kilos y para el mes de agosto esperamos calibres entre 3 y 4 kilos.
En cuanto a la expectativa de exportación, un mercado más propio de la sandía, puede alcanzar cotas «importantes» si se mantienen las temperaturas en el centro de Europa.
Las altas temperaturas de este verano se alían con los agricultores para conseguir una mayor productividad. «El sol es el que compra más melones», apunta, reparando en que las lluvias en verano pueden derivar en la aparición de hongos de raíz.