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domingo, 22 diciembre
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Por San Valentín, ten una aventura en la Ruta del Vino de La Mancha

Da igual si eres un winelover o un lover a secas, este San Valentín la Ruta del Vino de La Mancha te propone 5 planes con los que tener una aventura apasionante

La emoción de la primera vez, los nervios cuando estás a punto de verla otra vez. La primera cita, la segunda, la tercera… ir conociendo detalles de su pasado, su historia, escuchar todo lo que tiene que contarte. Que surjan solos los planes. Conocer sus sitios preferidos, sentarse a la mesa y probar su especialidad en la cocina. Una velada en la que abrir los mejores vinos, sorprenderse a cada rato y sentirse siempre a gusto. Así es el amor. Así es la Ruta del Vino de La Mancha. Dos sentimientos difíciles de explicar. Hay que vivirlos para entenderlos y febrero es la época perfecta para atreverse. Aquí tienes cinco planes ideales para vivir la escapada más romántica con esa persona que deja tu mundo en silencio cuando te mira. Alrededor, la Ruta del Vino de La Mancha, nadie mejor para tener una aventura apasionante.

1.-Pasear entre viñedos y aprender a catar vino

Tiempo. A veces es todo lo que el amor necesita y en las 17 bodegas que forman la Ruta del Vino de La Mancha saben mucho del tiempo. El ingrediente secreto para que el vino pase de bueno a excepcional. En sus viñedos el tiempo se detiene para disfrutar con calma de lo que importa: las miradas, las conversaciones profundas, los paseos de la mano por viñedos infinitos, las carcajadas que hacen eco en las cuevas, en las gigantes tinajas de barro… Cualquiera de ellas son el escenario perfecto para descubrir nuevas pasiones, como las que despierta el vino.

En la Ruta del Vino de La Mancha son muchas las experiencias de las que saldrás convertido en un auténtico amante. Un winelover. Desde la propuesta ‘Aromas con vino’ de Finca Antigua, en Los Hinojosos, en la que podrás sumergirte en un universo sensorial del que aprender a sentir el vino en todas sus dimensiones (mirador con vista a los viñedos, ruta por la bodega, juego de aromas, cata de vinos con maridaje de tapas) a la visita guiada por las Bodegas Cristo de la Vega, en Socuéllamos, un referente a nivel nacional que lleva casi 60 años dedicados al cultivo y cuidado de unos viñedos de los que extraen un vino galardonado en todo el mundo. Su oferta incluye un recorrido por la bodega, así como una cata comentada y una botella de vino de regalo.

De Bodega Campos Reales, en El Provencio, puedes salir también con una botella de sus mejores vinos, detalle de la casa. No sin antes conocer de primera mano una de las plantas vitivinícolas más productivas de la zona (6 millones de botellas al año) y catar tres de sus vinos, uno de ellos de cultivo ecológico; una propuesta sin sulfitos, más respetuosa con el paladar y con el medio ambiente, que está teniendo una gran acogida entre el público más comprometido.

Por último, el tiempo se pondrá al servicio del detalle tras las paredes de la Bodega Mont Reaga, en Monreal del Llano. Aquí la visita se detendrá a conocer los distintos tipos de uva y los matices que ésta va adquiriendo en cada fase de su proceso de elaboración. El gusto, el olfato y la vista se pondrán al servicio de cada copa de vino para aprender a diferenciar cada detalle de su personalidad. Unas pinceladas de cultura vitivinícola perfectas para compartir con tu pareja. Respirar el vino, oler su intensidad, sentir el paladar… ¡volveréis a casa siendo unos expertos! Y a continuación, una degustación de cuatro vinos y un aperitivo frío que ayudará a realzar su esencia. Y si tu Valentín es menor de edad, la bodega preparará una cata de mostos para que las copas no dejen de brindar.

2.-Pasar la noche en uno de los escenarios de El Quijote

La Sierra de los Molinos de Campo de Criptana es el lugar perfecto para enamorarse una y mil veces. Su luz al atardecer y esa niebla que la envuelve a primera hora en esta época del año hacen de este enclave un escenario mágico. En medio de esta belleza llena de historia y misterio, se encuentra la Casa Rural Vamos Allá; un refugio tan acogedor como moderno situado en el bellísimo Barrio del Albaicín. Recorrer sus calles empinadas bañadas de blanco y añil; respirar esa inspiración mediterránea que todo lo empapa y asomarse a ver las casas-cuevas será inevitable. Un picoteo, un vino a media tarde… todo apetece, pues todo queda a mano.

Esta es la propuesta de ‘Duerme entre gigantes. Pack experiencia cultural’, una experiencia en la que podrás hacer noche en uno de los escenarios más famosos de El Quijote (capítulo VIII: el ingenioso hidalgo lucha contra los molinos de viento al confundirlos con gigantes) al tiempo que visitas un molino del siglo XVI (molienda tradicional cada primer domingo de mes), una casa-cueva, el Museo del Carro y el Museo de Sara Montiel, ubicado en uno de los molinos. Sin duda, una escapada llena de magia y folclore en la que conocer más a tu pareja y esta tierra quijotesca.

3.-Conocer las raíces del vino en La Mancha

Recordar los comienzos fortalece el amor. El amor por el vino, también. Y en Socuéllamos, donde late el corazón de la Ruta del Vino de La Mancha, se encuentra el Museo Torre del Vino, espacio en el que conocer el origen de todo. El comienzo. Tanto si tú y tu pareja sois unos auténticos winelovers, como si solo disfrutáis de tomar una copita de vino mientras charláis, esta visita no puede faltar en tu escapada romántica perfecta. Es el equilibrio ideal entre aprender algo nuevo, disfrutar juntos y beber vino. Una visita guiada por las instalaciones del Museo Torre del Vino despertará tu interés sobre esta cultura a través de una historia apasionante. La del vino. Conocerás sus procesos de elaboración y cómo la Orden Militar de Santiago influyó en la expansión de este cultivo en la llanura manchega. Un recorrido repleto de curiosidades y juegos en los que hasta podrás vendimiar con los pies gracias a un simulador y descubrirás los secretos que han convertido a La Mancha en la extensión de viñedos más grande del mundo.

La visita incluye una degustación en la vinoteca, panorámicas desde la torre-mirador y, si reservas con tiempo, podrás participar en alguno de los talleres que se imparten todas las semanas para niños y mayores. ¡Un lujo!

4.-Emular a Dulcinea en El Toboso

Torre de Gazate Airén

Uno de los grandes amores que nos ha dejado la literatura del Siglo de Oro es el de Don Quijote por su amada Dulcinea, natural de El Toboso. Esta parada de la Ruta del Vino de La Mancha esconde secretos y encantos a partes iguales. Sus calles rezuman tranquilidad e invitan a pasear y recuperar los placeres de antes, inspirados por los pasajes del caballero de la triste figura.

Don Quixote Tours te propone despertar los instintos literarios y pasar la noche en la Hospedería Casa de la Torre; un entorno idílico en el que soñar estar viviendo tiempos de caballeros y doncellas. Esta casa típica del siglo XVII es el refugio perfecto para salir de la rutina y detenerse a apreciar los detalles históricos. La escapada incluye una visita a la Bodega Campos de Dulcinea en la que conocer, de la mano de un enólogo, los procesos de elaboración de sus vinos únicos y de personalidad propia. Una experiencia enoturística ideal para vivir en pareja, con la que podrás compartir una cata comentada de tres vinos y una degustación de tapas manchegas, al tiempo que descubres el corazón de una bodega que obtiene lo mejor de las uvas de esta tierra desde 1926.

Pero si tu idea prefiere prescindir de alojamiento, Campos de Dulcinea te organiza el plan perfecto: una visita a su bodega con cata comentada de tres vinos y degustación de una tapa típica manchega y, al terminar, una inmersión en El Quijote. La visita al Museo Cervantino de El Toboso es pulsar el botón y detener el tiempo. Seas un amante de esta obra de la literatura universal o no, la entrada a este espacio te hará comprender la verdadera dimensión de esta joya literaria. Aquí, además de albergar una majestuosa biblioteca, se reúnen las ediciones más curiosas de Don Quijote de La Mancha en una colección con ejemplares firmados y dedicados por personalidades ilustres de todo el mundo. La Casa de Dulcinea, por su parte, es una recreación ambiental de la época de Cervantes que ayuda a imaginar con mayor precisión los escenarios de la pieza literaria más universal de la literatura española. Un viaje directo al conocimiento.

5.-Vino al atardecer en los molinos de Alcázar de San Juan

Alojarte en el corazón de La Mancha es alojarte en el Hotel Intur de Alcázar de San Juan; un rincón interior con todas las comodidades e identidad propia donde relajarse y sentirse como en casa, pero mejor. Su ubicación es perfecta para poder disfrutar de un auténtico Tour de Enoturismo en una de las ciudades más importantes del mundo en cuanto a vino se refiere.

La propuesta de la Ruta del Vino de La Mancha es irresistible. Recorrer los lugares más emblemáticos del municipio en compañía de un guía que compartirá las historias más apasionantes sucedidas en cada rincón de la localidad, así como adentrarse en el hermoso Conjunto Palacial o conocer las costumbres y detalles de las vestiduras de los hidalgos en el Museo del Hidalgo. Por su parte, el Museo Formma servirá para despertar el interés sobre la alfarería y el vasto patrimonio que late en esta tierra desde hace siglos. La cultura del vino lleva viva mucho tiempo en la llanura manchega.

Para celebrarla, el momento perfecto es el atardecer, y el lugar, el cerro de San Antón. Aquí, a los pies de los molinos de viento, podrás disfrutar del ‘Sunset wine’: una cata de tres vinos de la localidad con todo el encanto de la puesta de sol en uno de los lugares más hermosos de toda la Ruta del Vino de La Mancha. ¿Te imaginas algo más romántico? Para corazones exigentes y foodies irremediables, el plan se reserva un as bajo la manga: una comida en la Bodega La Tercia en la que disfrutar de la mejor gastronomía manchega maridada con los mejores vinos.

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