Los productores españoles de sandía y melón han finalizado la campaña con la sensación de haber pasado una «montaña rusa», tanto en relación a los precios como a la producción, con picos en los que los cultivos se han perdido totalmente y notables diferencias entre zonas productoras.
Así lo ha explicado el responsable de frutas y hortalizas de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Andrés Góngora, quien ha apuntado que, durante esta campaña, se ha pasado de «momentos de sobreproducción» a otros en los que no había producto.
En julio, por ejemplo, la situación en los cultivos fue de «preocupación», ya que las incidencias climáticas, como el granizo, provocaron el destrozo de gran parte de las plantaciones y, con ello, el incremento de precios de estas frutas en los supermercados.
Después de estos episodios climáticos, el calor de agosto normalizó la situación en los cultivos, llegando incluso a momentos en los que había una sobreproducción de melón y sandía.
A juicio del responsable de COAG, no se puede determinar que esta campaña haya sido «buena o mala», ya que en algunas zonas productoras se ha cifrado en hasta un 50 % la pérdida de los cultivos, mientras que en otras sí ha habido rendimientos muy buenos.
MENOS CULTIVOS Y MÁS IMPORTACIONES
Los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) señalan que la superficie de melón y sandía en la campaña 2023 se ha visto «singularmente afectada» por la menor disponibilidad de recursos hídricos.
Este hecho ha condicionado las decisiones de siembra en las zonas productivas del sur y este español, según el Ministerio.
Por ejemplo, la superficie de melón en Andalucía, que representa en torno a una cuarta parte de la superficie nacional para este cultivo, ha registrado durante este año un nuevo descenso condicionado por los cultivos de Almería, que representan el 67 % de la superficie andaluza.
En cuanto al comercio, se ha producido un incremento de las importaciones españolas ante las previsiones de caída de producción; en el caso del melón, se han recuperado los volúmenes a contraestación de Brasil acompañados de un alza de los suministros originarios de Senegal.
Y en el caso de la sandía, los últimos datos disponibles del Ministerio reflejan la caída de la producción en España, que también ha favorecido las importaciones procedentes Marruecos, con un incremento en 2022 del 30,6 % de la compra en relación a 2021, y un total de 122.206 toneladas.
LOS PRECIOS EN EL SUPER, DE NUEVO EN EL FOCO
Al igual que el pasado verano, los precios de la sandía y el melón en los supermercados han alcanzado en momentos puntuales un alto coste debido a la falta de productos en el campo.
Para Góngora, esta situación ha dado como resultado una «frivolización» ya que, según ha sostenido, se ha señalado a los productores como los responsables cuando la responsabilidad recae «en la distribución, más que en el agricultor».
El precio en origen de estas dos frutas ha rondado los 50 y 60 céntimos, ha recalcado Góngora.
Las perspectivas que maneja el responsable de frutas y hortalizas de COAG apuntan a una mejora y crecimiento en la producción de sandía y melón «si no hay problemas de sequía» y la «situación con el regadío mejora en la zona del Guadalquivir y el este de la península».
En general, estas dos frutas son dos productos que están «muy bien considerados» tanto por el consumidor español como por el europeo y que cuentan con mucha demanda.