El presidente nacional de Asaja, Pedro Barato, ha destacado el éxito el modelo de integración porcina, que promueve proceso de cría y engorde de los cerdos para su posterior comercialización. «Le hemos mojado la oreja a algunos países de Europa», ha dicho.
En un desayuno informativo en el Parador de Cuenca para analizar el presente y el futuro del sector agrario de España y analizando datos de las explotaciones de la provincia de Cuenca, Barato ha destacado el incremento de la producción del porcino frente al descenso del vacuno.
«El porcino sufrió mucho con el veto ruso y, sin embargo, ha sabido reorganizarse bajo el criterio de la integración», ha dicho, para añadir que, además, ha apostado por la internacionalización. Con este modelo, según Barato, «le hemos mojado la oreja a algunos países de Europa».
«Yo no voy a defender ningún modelo de granja chica o granja grande, pero sí que voy a advertir que en otros sitios se están haciendo granjas muy grandes», ha añadido un líder de Asaja que considera que «para salvar el ovino quizás también hay que ir a un modelo de integración».
En esta ponencia en Cuenca Barato ha explicado a los asistentes que el presente del sector agrario se caracteriza, desde su punto de vista, por la sequía, pero también por un incremento de los costes de producción que no se refiere únicamente a los costes grandes como el combustible, sino a cosas tan imprescindibles como una ruedas de un tractor o una caja de tornillos. «Esas cosas ya no van a bajar más», ha lamentado.
LA SOSTENIBILIDAD COMO «UN ENREDO»
Barato ha calificado la sostenibilidad como «un enredo» y ha argumentado que «algo no es sostenible si no es rentable», por lo que ha criticado cuestiones como las limitaciones de emisiones de las explotaciones. «Hay que influir frente a determinadas informaciones que están contra nosotros», ha pedido a los asistentes.
Por otro lado, el presidente de Asaja ha denunciado que «hoy tenemos una mala Política Agraria Común» y ha defendido una agricultura profesional frente a un modelo a tiempo parcial.
Desde su punto de vista la nueva PAC «nace muerta», ha criticado a la ministra Teresa Ribera por apoyarla y considera que los agricultores «no tenemos que aceptar las reglas del juego».
«Creo que en el Parlamento Europeo se tienen que dar cuenta de que con las cosas de comer no se juega», ha añadido Barato, para predicar con el ejemplo Asaja prepara una gran conferencia en Madrid que tendrá como título «Alimentación».
Mirando ya en el futuro, ha advertido Barato que «los precios van a seguir subiendo porque se están haciendo malas políticas» y ha aventurado que «se ha acabado la bicoca de consumir barato a costa nuestra, las cosas tienen que valer lo que tienen que valer».
El presidente de los agricultores ha repasado algunas tendencias en el modelo agrario que pueden tener consecuencias «nefastas», como la disminución de la superficie productiva y que hay recomendaciones que no se pueden aceptar, como la reducción del consumo de carne.
También ha señalado la necesidad de que se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria y ha comentado que «en esta región ni en España no estamos para sustos, así que no jueguen con leyes de explotación familiar y cosas de estas».
LA SEQUÍA
Regresando a la cuestión de la sequía, Barato ha señalado que «la palabra trasvase yo la tengo olvidada, pero quizás con lo que Málaga echa al mar quizás tendríamos 31.000 hectáreas de olivar. ¿Por qué no hablamos de recargar los acuíferos? Porque claro, es más fácil hablar de caudales ecológicos».
Ha insistido el representante de los agricultores españoles en que «es necesario un plan de choque, pero que no bastará con tomar medidas cortoplacistas, sino a tres o cuatro años, «porque si no muchos agricultores y ganaderos van a desaparecer y aquí no va a haber heridos, va a haber muertos».
Barato ha pedido que la sequía no se utilice como arma política, pero desde su punto de vida «esta tierra se merece soluciones y que no se le den falsas esperanzas».
Por otro lado, ha abordado lo que se conoce como la «España Vaciada» y no entiende cuestiones como que la contratación de un trabajador cueste lo mismo en un pueblo que en Getafe. «¿Queremos ayudar a la gente del campo? Seguridad social al 50%, pero tienes que vivir allí. Si queremos ayudar al mundo rural, bajemos los impuestos».
Finalmente, Barato ha defendido que «un trabajador tiene que tener el mejor salario del mundo, pero si le quitamos toda la retahíla de impuestos de la nómina le podríamos pagar más» y considera que «no puede ser que se pague una pensión lo mismo al que ha trabajado que al que no».