La Guardia Civil de Tomelloso ha rendido un homenaje a su compañero Juan Gallardo Serrano tras pasar a la reserva después de 37 años de servicios, 25 de ellos en el municipio. Gallardo decidió mudarse a Tomelloso por su mujer, natural de la localidad, y desde entonces ha vivido una experiencia “muy buena”.
Tras haber trabajado en oficina, como paisano y en seguridad ciudadana, se despide relatando que ha conocido “infinidad de situaciones”. “Me he integrado perfectamente con la sociedad de Tomelloso, y conozco las inquietudes de sus vecinos”, ha dicho, asegurando que su balance de todos estos años ha sido muy positivo.
En cuanto a la forma en la que ha evolucionado la seguridad en Tomelloso, Gallardo ha explicado que ha cambiado a lo largo de los años. Al principio de su carrera, la seguridad en el municipio era más tranquila, pero los delitos han ido aumentando en todos los ámbitos en general; algunos de ellos incluso han surgido con la llegada de las redes sociales. “Nosotros hemos tenido que ir adaptándonos también”, ha aclarado.
De estos 25 años de trabajo en Tomelloso, el guardia civil afirma quedarse con “todo en general, todo forma parte de la vida”, aunque guarda con especial cariño la unión, el compañerismo y la amistad que se crea dentro del cuerpo. Un cariño que parece ser recíproco, puesto que sus compañeros le han organizado este homenaje en el que le han recibido en formación delante del cuartel, se ha izado la bandera de España, le han dedicado unas palabras y le han hecho entrega de un obsequio en nombre de todos los compañeros.
Ahora, Juan Gallardo está a la espera de pasar a situación de reserva, que es un tipo de puesto en la Guardia Civil en el que el trabajador deja de ejercer un servicio activo y puede continuar trabajando en labores de menor riesgo. De momento, su intención es ocupar una plaza en la oficina, aunque la decisión final no está en sus manos. Mientras tanto, continúa con una idea clave en mente: ponerle muchas ganas a lo que hace e intentar ayudar a los demás.