Julián Espinosa fue destituido el pasado miércoles como técnico del Atlético Tomelloso tras una temporada y media en el cargo. En su haber queda un ascenso tan meritorio como inesperado de Primera Autonómica Preferente a Tercera Federación. Por ello, el técnico tomellosero ha querido despedirse a través de las redes sociales de la afición del Atlético Tomelloso tras finalizar su segunda etapa en el banquillo del primer equipo, aunque la primera fue transitoria.
Espinosa comienza su despedida hablando del fin de una etapa «mucho más especial» por ser en su casa y en su club, una etapa que ha «vivido, disfrutado, aprendido, ganado y también perdido», resumiéndola en «aprendizaje y crecimiento». El técnico recuerda el inolvidable ascenso a Tercera RFEF «cuando nadie apostaba» por ello y tras muchos «problemas».
En cuanto a la temporada en curso, Julián Espinosa habla de un comienzo «con la mayor de las ilusiones» en una categoría de una exigencia «altísima» al tener el presupuesto más bajo de la categoría, pero que ha llegado a su fin «antes de tiempo» y de una manera que cnsidera «poco elegante y formal», algo que considera que «nadie merece». A pesar de ello considera que se marcha «con la cabeza bien alta» y con la satisfacción de haber trabajado «como nunca», como demuestra el recordado ascenso del pasado mes de mayo.
El ya extécnico del Atlético Tomelloso agradece a Ramón Sampedro, su segundo entrenador, el haberle acompañado «en este viaje tan bonito», a Pablo Ruiz, director deportivo, por tanto tiempo de trabajo «para ser cada día mejores «y de otros compañeros del cuerpo técnico, la junta directiva o aficionados. No se olvida de sus jugadores, con los que ha tenido «la suerte» de convivir año y medio.
Por último, Espinosa desea suerte al club y confirma que seguirá siendo «un auriverde más» en el estadio, pero ahora le llega un tiempo para «cargar pilas» y disfrutar de su familia.