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domingo, 17 noviembre
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Joaquín Reyes cierra la Fiesta de las Letras con su característico «humor manchego» surrealista

Manuel Buendía vuelve a la gala después de muchos años sin asistir y nos lo cuenta

La gala de este año ha sido conducida por la actriz y directora teatral Sonia Ruiz Parra, que ha ido haciendo un recorrido en clave teatral por la vida y obra de los poetas homenajeados este año: Félix Grande, Paca Aguirre y Guadalupe Grande Aguirre. Se he creado un escenario minimalista que simulaba una isla llamada Alenza-8, que era la dirección de la casa familiar de la familia Grande-Aguirre en Madrid.

A lo largo de de dos horas Sonia Ruiz, ayudada por varias compañeras del mundo del teatro aficionado (Ana Lomas, Loli Blanco, Nieves Jiménez, Carmen Abad, Mayte Grueso, María Abad, Montse García, y la pianista Mariely Blanco) ha ido desarrollando la escenificación de varias obras de Paca Aguirre (La Pavana del desasosiego y los trescientos escalones) alternando con las entregas de premios, así como El Puerto, de Guadalupe Grande.

En la presentación del acto ha leído una pequeña perla de La Balada del abuelo Palancas, y hacia el ecuador del mismo se ha escenificado uno de los poemas más drámaticos de Félix Grande: La cabellera de la Sohá, obra publicada después del fallecimiento del autor, la cual fue inspirada por una visita que hizo el poeta al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en el que contempló todo el horror del Holocausto, aunque lo que más le sobrecogió fue la enorme mata de pelo de mujer que se exponía en un escaparate de cristal. El Ejército Soviético encontró, al proceder a la liberación del Campo, cerca de 7000 kg de pelo humano empaquetado. Los nazis no tuvieron ya tiempo de enviarlo a las fábricas situadas en Baviera, para su transformación. Eso inspiró esa obra del genial poeta. La recreación de esta obra, en la que la conductora de la gala ha contado con todas sus compañeras ha dado el punto dramático a la gala, cuya actuación no ha sido entendida por alguna parte del público.

Como contrapunto del drama de La cabellera de la Sohá, ha llegado la actuación final del mantenedor Joaquín Reyes, en el que ha echado mano de sus “chascarrillos” y su depurada técnica de monologuista, haciendo gala de sus recursos temáticos: Las medidas anatómicas, su infancia en Albacete, su mancheguismo y su “atractivo físico”. Ha jugado con el significado de la palabra “mantenedor” diciendo que una de las acepciones es la de: Persona encargada de mantener un torneo o una justa. “Por ejemplo: Si en esta sala hubiera dos personas que entrasen en una disputa, yo tendría que organizar un torneo entre ellas, les proveería de lanzas y caballos, y si no hubiera caballos les daría dos concejales, que sí hay”. Esta ha sido la clave general del corto monólogo de la intervención del maestro del humor manchego, digo corto, porque a todos los asistentes se nos ha hecho corto.

La intervención de los premiados ha sido muy correcta, y emotiva en muchos casos. Enhorabuena a todos ellos!

Manuel Buendía Pliego
Manuel Buendía Pliego
Persona inquieta y multidisciplinar. Artista plástico, profesor de dibujo y acuarela, diseñador, gastrónomo, y escritor aficionado. Ha publicado en distintos medios digitales varios relatos, también ha publicado un libro de microrrelatos junto a Carlos Naranjo, y está trabajando en varios proyectos editoriales.
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