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Jesús Puerta Pelayo: «Se vende la física como algo muy difícil, pero con tiempo y paciencia todo el mundo la puede entender»

Se cumplen 10 años desde el descubrimiento del Bosón de Higgs, un proyecto en el que participó Jesús Puerta Pelayo, físico de Tomelloso

Jesús Puerta Pelayo, nacido en Tomelloso, es Físico de Partículas y trabaja en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) de Madrid. Es miembro de CMS, uno de los dos experimentos principales del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) desde el año 2000.

Hace 10 años, contribuyó en el descubrimiento del Bosón de Higgs, una partícula del modelo estándar de la física. De hecho, sus aportaciones son la razón de que en el verano de 2015 fuera nombrado Pregonero de la Feria de Tomelloso.

EnTomelloso: Para empezar, e intentando que el público general lo entienda, ¿qué es el Bosón de Higgs?

Jesús Puerta: Los físicos de partículas tenemos un modelo matemático para explicar los componentes más pequeños de la materia y del universo: el modelo Estándar. Es como si fuese una tabla periódica pero más pequeña. Los componentes químicos llevan otra clasificación y nosotros clasificamos cosas más pequeñas. Son como los “ladrillos” más pequeños que conforman lo que nos rodea.

En este modelo faltaba una pieza, y desde hace más de 40 años empezaron a buscarla. Era el Bosón de Higgs, que explicaba por qué las partículas tienen la masa que tienen. Esa partícula no se encontraba y finalmente la encontramos hace 10 años. Tras el resultado concedieron el Premio Nobel a los teóricos que lo habían propuesto, pero gracias a nuestros resultados.

ET: Si tuviéramos que llevar esta teoría al día a día cotidiano, ¿existe alguna manera de trasladarlo? ¿O qué pasaría si no existiese el Bosón de Higgs?

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JP: Es imposible verlo en una situación cotidiana del día a día porque hablamos de cosas demasiado pequeñas. Nosotros vemos el efecto de la existencia del Bosón de Higgs, y es estar aquí. Si el Bosón de Higgs no existiera, las partículas elementales no adquirirían masa, no podrían formar átomos, no podrían formar materia y ahora mismo seríamos una sopa de energía.

JESÚS PUERTA PELAYO, UNO DE LOS FÍSICOS QUE PARTICIÓ EN EL DESCUBRIMIENTO

ET: Participaste en el proyecto del descubrimiento hace 10 años, ¿qué balance harías desde entonces?

JP: Efectivamente, el Bosón de Higgs lo encontraron dos grandes detectores y yo trabajo en uno de ellos desde hace más de 20 años. Descubrir algo parece el final de una búsqueda, pero cuando ya lo encuentras empieza toda una parte posterior: medirlo, estudiarlo, medir sus propiedades, ver si se corresponde con lo que esperábamos, ver si hay alguna sorpresa.

El Bosón de Higgs se puede presentar de muchas formas distintas, no es una partícula estable, así que tenemos que ver todas esas posibles formas, la probabilidad de que se produzca una forma u otra, si la masa concuerda con las previsiones, y otras propiedades que son las que estamos estudiando en detalle, porque hay que estar seguros de cómo funciona.

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ET: Entiendo entonces que dentro de tus planes de futuro incluyes seguir trabajando en esta teoría…

JP: Los planes de futuro son seguir midiendo esto y muchas otras cosas. Ir viendo el modelo con mucho detalle y estudiar las posibles desviaciones. Hay que buscar nuevas partículas que no estén dentro de ese modelo, ver si hay fallos. Poco a poco vamos avanzando pero necesitamos muchos más datos.

ET: El pasado sábado estuviste dando una charla sobre el Bosón de Higgs en el auditorio de Alcobendas, pero no es la primera vez que das una ponencia, ¿qué es lo que más te gusta de estas experiencias?

JP: Hay muchos aspectos positivos. Por un lado, dar a conocer estos conocimientos y transmitirlos a la sociedad. Por desgracia, se vende la física como algo muy difícil y muy alejado, algo que no vamos a ser capaz de entender, pero creo que con un poco de tiempo, paciencia e interés todo el mundo lo puede entender. Cuando a mí me hablan de economía tampoco me entero de nada (ríe), cada uno tiene sus taras.

Por otro lado, una cosa que me hace especial ilusión de dar charlas es ver cómo chicos y chicas a quienes les gusta este campo están mirando las charlas con los ojos como platos y pensando que quieren dedicarse a esto. Me recuerdan a cómo era yo con esa edad, que no tuve la oportunidad de que nadie me lo contara en primera persona, entonces me resulta muy motivador.

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