Cuando me enteré de que Alfredo Crespo lanzaba una campaña de crowdfunding para poder publicar este libro, que ya es una realidad, y que se presenta en Tomelloso este sábado 22 de octubre a las 12:00 horas, recordé una anécdota. Tampoco es gran cosa, pero en ella entiendes el porqué de la creación de este libro de ilustraciones. Seguro que ni el autor la recordará, pero me vino a la cabeza y tengo la sensación de recordarla perfectamente, como si fuera ayer.
Todo se remonta a cuando íbamos al colegio en horario de mañana y tarde, donde de 15:00 a 17:00 horas íbamos también a dar clases en la época de la EGB. En aquel entonces era muy en común en nuestro entorno ir al Paseo Ramón Ugena a jugar al fútbol.
Un día, Alfredo, que era un par de años mayor que nosotros, apareció por allí, se sentó en un banco (creo que se estaba «saltando» alguna clase de inglés o algo similar, pero no sé lo tengáis en cuenta) y fue invitado a jugar. Él dijo que no y sacó una libreta o bloc de dibujo de su mochila y se puso a dibujar sin prestar ninguna atención a nuestro «emocionante» partido. En un pequeño descanso del encuentro, seguramente propiciado porque el balón se habría colado entre algún árbol, su hermano David me dijo: «Mira qué dibujo más chulo está haciendo mi hermano». Me acerqué y vi que tenía hecho un «Son Goku», personaje principal de «Bola de Dragón», los dibujos de moda de aquella época. Era perfecto, y lo había hecho sin copiarse de nada; eso a mí me pareció asombroso, pues aún con muestra, mis dibujos no eran gran cosa.
Le pedí si me podía dibujar uno a mí, y a los pocos días su hermano me entregó la creación, un «Son Goku» subido en una nube que guardé durante mucho tiempo.
Y ahora, puedes entender el porqué de este libro, porque la afición de Alfredo es dibujar. Aquí puedes ver una foto de la portada del libro desde los bancos del paseo, donde el creador, a lo mejor sin nosotros saberlo, vislumbraba el «Pequeño gran salto de Nai».