Las palabras ‘mamitis’, ‘videojugador’, ‘garciamarquiano’, ‘micromachismo’, ‘portuñol’ o ‘puntocom’ son algunas de las novedades incluidas en la actualización 23.6 del Diccionario de la lengua española en su versión en línea.
La directora del diccionario -que cuenta con el apoyo de la Fundación la Caixa-, Paz Battaner, ha presentado estas novedades en la sede de la Real Academia Española, avanzando que en esta ocasión se han incluido 3.152 modificaciones y, entre ellas, 280 artículos nuevos.
El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, ha aclarado algunas incorporaciones como la de ‘mamitis’, asegurando a que no se debe a ninguna cuestión de género. «Hemos incorporado ‘mamitis’ y no ‘papitis’, pero no es que consideremos que una cosa existe y otra no: ‘mamitis’ está documentada y ‘papitis’ no», ha indicado.
En general, el director de la RAE ha explicado que se está atendiendo en los últimos años a «la revolución» de las palabras en el sector tecnológico, que «trae muchos neologismos que se están asumiendo». Asimismo, reconoce que «hay muchas palabras que se deben al impulso de particulares», como asociaciones que reúnen a personas y fines de colectivos, y que «sirven de mucho».
Al adjetivo ‘garciamarquiano’ que alude a la escritura del autor Gabriel García Márquez se suma ‘cortazariano’, relativo al escritor argentino Julio Cortázar. En el caso de ‘portuñol’, Battaner lo ha comparado con el término ‘espanglish’, mientras que ‘puntocom’ o ‘videojugador’ son el ejemplo de esas palabras nuevas tecnológicas.
También han incorporado ‘micromachismo’ -como forma de machismo que se manifiesta en pequeños actos, gestos o expresiones de forma inconsciente habitualmente) en temas de género- o una precisión en ‘pichichi’, aclarando que es el apodo del jugador del Athletic de Bilbao que marcó el primer gol en San Mamés.
Muñoz Machado ha destacado las últimas palabras incorporadas también al Diccionario por iniciativa del académico Javier Marías, recientemente fallecido. Entre ellas, se han discutido ‘hagioscopio’ (abertura pequeña hecha en una pared de iglesia donde se puede ver el altar), ‘sobrevenido’ (forzado, artificial), o ‘traslaticio’ (perteneciente o relativo a la traducción).
El Diccionario ha incorporado también otros nuevos términos como ‘conspiranoico’, ‘potar’ -acción de vomitar- o ‘rular’, ‘obsolescencia programada’ o ‘vida útil’ para los objetos tecnológicos, ‘micromecenazgo’, ‘edadismo’ –discriminación por razón de edad, especialmente para las personas mayores o ancianas’ o el animal ‘mantarraya’.
En expresiones del habla coloquial se han incorporado palabras como ‘copiota’, ‘gusa’ -en relación a tener hambre- o ‘cuarentañero’. Desde la Academia se ha hecho alusión también a las modificaciones en el mundo gastronómico, como es el caso de ‘panetone’ y ‘panetón’, ‘sancocho’ -guiso canario- o ‘compango’ -conjunto de ingredientes cárnicos, ahumados o embutidos con los que elabora la fabada y algunos cocidos-.
En el ámbito cultural se incorpora el término ‘curatorial’ para el «conjunto de conocimientos para la conservación y supervisión de bienes artísticos» y se ha incluido también una nueva acepción para ‘dársena’ en la que, además de lo marítimo, se engloba asimismo a las estaciones de autobuses.
Por último, hay palabras como ‘guarro’ que añaden a su significado la acepción de ‘jabalí’ o, coloquialmente en la pornografía, un adjetivo para objetos como revistas o películas de ese campo. En el caso de ‘pelotero’, coloquialmente se le añade el significado de «futbolista».