La Federación de Caza de Castilla-La Mancha y Aproca Castilla-La Mancha han considerado que la ley nacional de bienestar animal que se está tramitando pone en grave riesgo el futuro de la actividad cinegética en Castilla-La Mancha y han anunciado que, de aprobarse, convocarán movilizaciones tanto en Castilla-La Mancha como en Madrid.
Las organizaciones, en un comunicado, han pedido a los diputados nacionales por Castilla-La Mancha que voten en contra de la citada ley en el Congreso de los Diputados, como un acto consecuente de las palabras del presidente regional, Emiliano García-Page, que ya en su día, según han recordado, «se posicionó en contra del anteproyecto de ley declarando que está hecha desde una mentalidad urbanita, que no tiene lógica y quiero que no se convierta en un intercambio de bienestar animal por malestar humano».
Por dicho motivo, y dado que no se han solucionado en el texto «los graves problemas para la actividad cinegética», los representantes de Aproca y la Federación Regional de Caza esperan que las palabras del presidente se transformen «en un acto de sensatez y responsabilidad rechazando el texto normativo que será tramitado, con carácter de urgencia, por lo que antes de final de año puede estar en marcha».
Ambas organizaciones han detallado que el PSOE nacional se comprometió con el sector cinegético a excluir a los perros de caza de la ley, ya que deben considerarse como animales de producción y no como animales de compañía, de hecho, son los únicos animales de producción que han quedado dentro del cumplimiento de esta ley, excluyendo otros como los de pastoreo.
De aprobarse la ley con el texto actual, los perros de caza se deberán inscribir como animales de compañía y darse de alta como criadores profesionales si quieren establecer cruces entre sus canes, en caso contrario deberán castrar a los perros, lo cual dentro de una ley de bienestar animal «no deja de ser una contradicción y un disparate sin precedentes», han afirmado las organizaciones.
Esta medida, han continuado, pondrá en riesgo el futuro de los perros de caza, especialmente de las rehalas, elementos imprescindibles en la actividad cinegética para el control de poblaciones, reducir por ellos los riesgos de tuberculosis y clave frente a la posible entrada de la peste porcina africana, además de ser uno de los pilares económicos fundamentales del medio rural castellano-manchego.
Los representantes de estas asociaciones han recordado que Castilla-La Mancha tiene una ley de bienestar del año 2020 que contó con el consenso de los diferentes sectores del mundo rural afectados, donde se asegura el bienestar pero se mantienen los usos tradicionales del campo, razón por la que esta región, han dicho, «no puede someterse a una norma estatal que no ha contado ni siquiera con aquellas regiones donde su desarrollo ha sido positivo».
Otra de las prohibiciones que podría haber y de graves consecuencias sería la perdiz con reclamo, al prohibir la tenencia, cría y comercio de animales de fauna silvestre en cautividad, las granjas cinegéticas, el silvestrismo, así como el tiro a pichón y la práctica de tiro al vuelo, que están consideradas como modalidades deportivas, regida en España por la Real Federación Española de Caza y la de Tiro al Vuelo y reconocidas por el Consejo Superior de Deportes, por lo que queda fuera de su ámbito de competencias.
Los presidentes de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha y Aproca, Agustín Rabadán y Luis Fernando Villanueva, respectivamente, han advertido de que si esta ley sale a la luz, «se romperán todas las relaciones con el Gobierno de Castilla-La Mancha, además de producirse movilizaciones a nivel nacional, pero también en el seno de aquellas regiones donde los diputados regionales voten a favor de la misma, como podría ser Castilla-La Mancha».