La vitamina C es un nutriente imprescindible que, entre otros beneficios, cuidará de tu piel ayudando a combatir el envejecimiento prematuro y aportándole elasticidad y firmeza.
Hablamos con Álvarez Nieto, editor del portal Me Cuido sobre los beneficios de la vitamina C sobre nuestra piel.
“El beneficio de la vitamina C sobre la piel es doble. Por un lado, tiene un potente efecto antioxidante que combate los radicales libres, principales causantes del envejecimiento prematuro y el aspecto opaco de la piel.” comenta el editor del portal digital de belleza.
Por otro lado, la vitamina C es esencial para estimular la síntesis de colágeno en las células cutáneas que contribuye a mantener la integridad de la estructura de la piel ayudando a mantener la firmeza y la elasticidad.
Los radicales libres son un subproducto de las reacciones bioquímicas existentes en el organismo. En concreto, son moléculas de oxígeno muy inestables que recorren el cuerpo buscando electrones para emparejarse y volverse estables. En ese proceso, destruyen moléculas ADN, proteínas y membranas celulares causando lo que se conoce como estrés oxidativo.
“Los radicales libres son neutralizados mediante la acción de los antioxidantes. Sustancias que los inhabilitan evitando que produzcan más daños y deterioros. Normalmente, hay un balance entre los radicales libres y los antioxidantes, pero se sabe que determinadas condiciones como los rayos UV, la contaminación o el humo del tabaco, disparan la cantidad de radicales libres producidos por el organismo.” añade Álvarez.
La vitamina C tiene el poder de actuar como un potente antioxidante que previene y neutraliza la acción de los radicales libres, evitando el envejecimiento prematuro de la piel y ayudando a que mantenga un aspecto saludable y joven.
Por otro lado, la vitamina C es imprescindible para la síntesis de colágeno. El colágeno es un tipo de proteína que se encarga de formar fibras que son secretadas por las células del tejido conjuntivo. Estas fibras tienen como función rellenar el espacio entre el tejido conjuntivo aportando elasticidad y firmeza.
Es un hecho, que a medida que la edad avanza los niveles de colágeno del tejido conjuntivo de la piel descienden. “Esto se traduce en una piel menos firme y elástica que tiende a formar arrugas y líneas de expresión, así como en una pérdida significativa del volumen y la aparición de flacidez en la cara.” aclara el editor de Mecuido.
La vitamina C es imprescindible para la síntesis de colágeno, por lo tanto, favorece la producción de esta proteína que aporta elasticidad y firmeza a la piel, pero que también es fundamental para mantener con buena salud los tendones, los vasos sanguíneos y los ligamentos.
Además de los beneficios para la piel, la vitamina C cumple otras funciones importantes en nuestro organismo como:
- Ayudar a sanar heridas y a cicatrizarlas.
- Reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes.
- Mejorar la absorción de hierro procedente de fuentes vegetales.
- Fortalecer el sistema inmune.
- Proteger las mucosas.
- Síntesis de neurotransmisores.
Así mismo el déficit de vitamina C produce una enfermedad conocida como escorbuto cuyos síntomas son: debilidad, dolor en los músculos y las articulaciones, sangrado espontáneo en las encías y hemorragias en la piel que tardan en cicatrizar.
La vitamina C es una vitamina de tipo hidrosoluble, esto quiere decir que se disuelve en agua, y, por lo tanto, se excreta por la orina y no se acumula en el cuerpo salvo en pequeñas cantidades.
Por esta razón, es necesario ingerir vitamina C de forma habitual en la dieta y asegurar una dosis diaria que no será difícil de conseguir, ya que la vitamina C se encuentra presente en una gran variedad de alimentos.
“Habitualmente, se tiende a creer que los cítricos como las naranjas son los alimentos con mayor presencia de esta vitamina, pero no es así.” sentencia Álvarez Nieto.
Aquí te dejamos una lista con los alimentos más ricos en vitamina C, recuerda consumirlos con frecuencia a partir de ahora.
- Guayaba.
- Grosella negra.
- Pimiento rojo.
- Chile.
- Perejil.
- Kiwi.
- Col rizada.
- Brócoli.
- Coles de Bruselas.
- Fresa.
- Naranja.
- Pomelo.
- Limón.
- Durazno.
- Granda.
- Espinacas y las verduras de hojas verdes en general.