La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, tiene registrados hasta el 6 de febrero de 2022 un total de 60.030 notificaciones de acontecimientos adversos tras las 97.044.262 dosis de vacunas administradas frente a la COVID-19, lo que correspondería a 71 notificaciones por cada 100.000 dosis administradas.
Según el ’13º Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas COVID-19′, los acontecimientos notificados con más frecuencia siguen siendo los trastornos generales (fiebre y dolor en la zona de vacunación), del sistema nervioso (cefalea y mareos) y del sistema musculoesquelético (mialgia y artralgia).
La mayoría de las notificaciones corresponden a mujeres (74%) y a personas de entre 18 y 65 años (87%). De las 60.030 notificaciones de acontecimientos adversos, 11.873 fueron consideradas graves, entendiéndose como tal, cualquier acontecimiento adverso que requiera o prolongue la hospitalización, dé lugar a una discapacidad significativa o persistente o malformación congénita, ponga en peligro la vida o resulte mortal, así como cualquier otra condición que se considere clínicamente significativa1. Debe tenerse en cuenta que la notificación de los acontecimientos adversos graves y su registro es prioritaria frente a los considerados no graves.
De las 11.873 notificaciones de acontecimientos adversos consideradas graves recibidas hasta el 6 de febrero, 400 terminaron con la muerte. Como ha indicado anteriormente la AEMPS, estos acontecimientos «no pueden considerarse relacionados con las vacunas por el mero hecho de notificarse».
«En la gran mayoría de los casos notificados en los que consta información sobre los antecedentes médicos y la medicación concomitante, el fallecimiento se puede explicar por la situación clínica previa del paciente y/u otros tratamientos que estuviera tomando y las causas de fallecimiento son diversas, sin presentarse un patrón homogéneo. La vacunación no reduce las muertes por otras causas diferentes a la COVID-19, por lo que durante la campaña de vacunación es esperable que los fallecimientos por otros motivos diferentes sigan ocurriendo, en ocasiones en estrecha asociación temporal con la administración de la vacuna, sin que ello tenga relación con el hecho de haber sido vacunado», aclara el Ministerio de Sanidad.