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lunes, 23 diciembre
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Varios transportistas trasladan su malestar a la ministra Rodríguez: «Somos ultras del pan de nuestros hijos»

"El último viaje solo ha reportado 12 euros, sin contar la parte proporcional de seguros sociales y gastos materiales"

Medio centenar de transportistas de la comarca de Puertollano (Ciudad Real), acompañados de sus familias, han recibido este viernes entre protestas a la ministra de Política de Territorial y portavoz del Gobierno de España, Isabel Rodríguez, a quien han recriminado que haya vinculado sus demandas laborales a los movimientos de ultraderecha. «Somos ultras del pan de nuestros hijos», han espetado a Rodríguez a su llegada al auditorio municipal Pedro Almodóvar, donde se celebraba la gala de premios de una televisión local.

Rodeados de un importante dispositivo de seguridad, los concentrados han esperado a la ministra mientras la pareja de uno de un transportistas, Sandra Campos, se ha acercado a Rodríguez para trasladarle el malestar del colectivo. «Solo soy ultra del pan de mis hijos, solo estoy luchando por mis hijos», ha repetido. «Le recuerdo que en el pueblo del que fue usted alcaldesa hay mucho transportista, y el pequeño autónomo es el que mueve el país», ha aseverado.

«Coincido plenamente con usted», le ha respondido Rodríguez, que ha sido despedida por los concentrados al grito de «somos trabajadores».

Posteriormente, en declaraciones a los periodistas, Campos ha declarado que la ministra le ha trasladado que no tiene inconveniente en recibir a los transportistas. «Mi marido lleva de autónomo 25 años y la situación es insostenible; estamos pagando el gasoil un 40% más caro que hace un año y el porte lo pagan igual», ha lamentado.

«Hay meses que tenemos que poner dinero; el último viaje, que fue el viernes pasado a Sevilla, solo ha reportado 12 euros, sin contar la parte proporcional de seguros sociales y gastos materiales», ha explicado, al tiempo que ha asegurado que «así es imposible» y que prefiere que su marido se quede en casa a que arranque el camión. «Solo pedimos trabajar y vivir dignamente, y que nos escuchen», ha concluido.

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