El Ministerio de Sanidad no descarta que vaya a haber casos esporádicos de gripe aviar en el futuro y, aunque asume que el riesgo de transmisión entre personas es muy bajo, ha realizado una serie de recomendaciones para prevenirla entre los principales grupos de riesgo, como ganaderos o veterinarios.
Así consta en el informe de «Evaluación rápida de riesgo. Detección del primer caso humano de gripe aviar A(H5N1) en España», que ha elaborado el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias tras conocerse esta semana el positivo de un trabajador positivo en una granja avícola de Guadalajara.
Fue el 27 de septiembre cuando se confirmó la primera infección en este joven de 19 años, asintomático y con carga viral baja, lo que «plantea la posibilidad que este hallazgo corresponda a una contaminación de la superficie de la membrana nasal o faríngea, aunque esto no se pueda demostrar específicamente».
Al trabajador se le aisló hasta el día siguiente que se le hizo una PCR que dio negativa y se hizo un estudio de contactos que solo localizó a uno estrecho, que también resultó negativo.
Desde el pasado enero, cuando se detectó un primer positivo en Reino Unido, en España se han realizado controles a los trabajadores de 22 explotaciones y, de las 177 pruebas realizadas a 253 empleados expuestos, todas -a excepción del citado caso- han sido negativas.
En este tiempo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha notificado un total de 85 focos de A(H5N1) en aves silvestres -31 de ellos en verano- en 31 provincias y 36 focos en explotaciones avícolas en 6 provincias.
La probabilidad de transmisión a humanos «es muy poco frecuente» aunque se esté en contacto con animales enfermos y la de que se generen nuevos casos autóctonos en la población general «sigue siendo muy bajo».
Pero «el marcado incremento» en el número de focos, sumado a las medidas de detección precoz que incluyen desde marzo de este año la realización de cribados a los trabajadores expuestos, conllevan un aumento en la probabilidad de que se detecten más positivos en este colectivo.
«No es descartable que la aplicación de las medidas de detección precoz lleve a la notificación de más casos esporádicos en el futuro», por lo que es «muy importante mantener y reforzar» la vigilancia en las explotaciones y las medidas de prevención y control en los grupos de riesgo (ganaderos, veterinarios, trabajadores de granjas, cazadores, ornitólogos, agentes de medio ambiente, personal de zoológicos, etc).
Ante todo ello, el CCAES recomienda minimizar la exposición a aves potencialmente infectadas en los entornos en los que se produce un contacto más estrecho con personas y reforzar las medidas de bioseguridad, especialmente las destinadas a evitar el contacto con animales silvestres en explotaciones avícolas.
También reforzar la vigilancia pasiva o la recomendación de vacunación de la gripe estacional a los grupos ocupacionales con riesgo de exposición a animales infectados, así como que adopten las medidas de protección adecuadas cuando estén en contacto con los animales, especialmente si éstos muestran síntomas clínicos compatibles con la enfermedad.
