Esta mañana el Paseo de las Moreras se llenaba de jubilo y alegría con la IX edición de la Fiesta de la Vendimia que se lleva a cabo en la ciudad de Tomelloso cada año. En este acto donde se pone en valor las raíces de Tomelloso, lo que hemos sido, somos y seremos como ciudad, la Farmacia Penadés ha recibido el título de Vendimiador del Año por sus 100 años de trabajo duro y constancia a la hora de atender a nuestros paisanos.
Su actual propietaria, Pilar Penadés Peinado, nieta del fundador de la misma farmacia, echaba una mirada atrás a todo el trabajo que llevó a cabo su abuelo para crear el establecimiento que vemos hoy en las calles. Además, Pilar ponía en valor la importancia del pequeño comercio en lugares como Tomelloso, donde el contacto con los clientes y las conversaciones del día a día hacen de estos sitios un punto de encuentro para todos los tomelloseros.
Entre aplausos y chascarrillos, pudimos presenciar la recogida de los primeros mostos de la vendimia por parte de la Asociación de los Amigos del Carro, que son los encargados de hacer cada año la pisa tradicional de la uva, una uva que a falta de unos días para que se generalice la vendimia, ya cuenta con casi 10 grados.
Y en relación con este recordatorio de las tradiciones manchegas, se ha llevado a cabo un pequeño homenaje a Jesús Andújar Madrigal, un paisano alegre y vivaracho que siempre era el primero en querer pisar las uvas, que amaba a sus mulas con locura y que formaba parte de la peña Los Canuthi. Por ello y aunque su falta nos duele a muchos, se ha realizado este pequeño homenaje al que ha acudido su familia con el fin de que nunca olvidemos la alegría que nos transmitía el bueno de Andújar.
Como siempre en este tipo de actos, hemos podido ver a concejales y a nuestra alcaldesa vistiendo los trajes típicos y blusas que vestían los vendimiadores por estas fechas en épocas pasadas, además de que han podido pasear junto a las adornadas mulas que llevan esos carros repletos de uva. El evento finalizaba con un despliegue de arte y tradición manchega a través de las jotas, los fandangos y los instrumentos típicos que se usan en este tipo de bailes para acompañar a los bailadores.