El Proyecto Provincia Digital Avanzada (PRODIGIA), ideado e impulsado a iniciativa personal del presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, da un paso más coincidiendo con la conmemoración, como cada 17 de mayo, del Día Mundial de Internet. Los dinamizadores de los 520 puntos de inclusión digital establecidos en el territorio ciudadrealeño reciben estos días formación en materia de robótica con el objetivo de que inicien en esta materia a los escolares y jóvenes de los pueblos pequeños.
No sólo es una forma de acercar las nuevas tecnologías y las enormes posibilidades que ofrecen en la vida diaria, sino que también se pretende captar talento para la ciencia, sobre todo entre las niñas, a priori menos proclives a desarrollarse en campos científicos.
El presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, ha remarcado, una vez más, su firme decisión de lograr que la provincia de Ciudad Real esté digitalizada «al cien por cien». Y este reto pasa también porque nuestros niños y jóvenes se introduzcan en la robótica a través de los puntos de inclusión digital, cuya implantación permite que las enseñanzas lleguen hasta el último rincón de la provincia. El objetivo último es que no se pierda el talento y que las generaciones del futuro tengan la oportunidad de iniciarse en actividades y en aprendizajes que ya no son el futuro, sino el presente.
Con esta nueva iniciativa dentro del Proyecto PRODIGIA se quiere poner en valor la destreza de nuestros niños y niñas y también la de nuestros jóvenes del mundo rural, porque no disponen de academias especializadas ni las mismas posibilidades de desarrollar sus inquietudes tecnológicas que los que viven en grandes pueblos o ciudades.
El profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla-La Mancha Jesús González Monroy es el encargado de impartir el curso a los dinamizadores de los puntos de inclusión digital. «Se trata de una acción formativa que está funcionando muy bien y la sensación es que los alumnos «están cautivados y que aprenden muy deprisa», ha dicho.
En cuanto al material seleccionado, el profesor opina que será un acierto cuando exporten los conocimientos a actividades con alumnado en los pueblos porque es muy flexible, adaptable y da respuesta a todas las edades seleccionadas. En concreto, barajan una franja de edad que va desde alumnos de tercero de primaria a ESO.
La formación que se trasladará a escolares y jóvenes se ha concebido con la idea de que se pueda construir muy deprisa y que permita aprender mucho de programación, lógica y algoritmos de fácil transmisión a sus vidas diarias al tiempo que se familiarizan con nuevas formas de aprender, de investigar, probar, ensayar, observar lo que no funciona, cambiarlo y hacer que funcione.
A González Monroy le parece fantástica la iniciativa de la Diputación, porque, según ha comentado, la provincia necesita capturar a todo el talento que tiene y llegar a todos los rincones, en especial a las niñas, para aumentar entre ellas el interés por la tecnología y la ciencia.