El obispo-prior de Ciudad Real, Gerardo Melgar Viciosa, bendijo este martes 19 de octubre las dos puertas de entrada a la iglesia parroquial San Juan Bautista, reformadas recientemente, a las que el Ayuntamiento ha contribuido con una aportación municipal de 20.000 euros. Con esta obra se completa, prácticamente en su totalidad, la reforma de la iglesia iniciada hace varios años.
El acto de bendición y posterior misa, oficiada por el obispo, contó con la presencia del alcalde de Argamasilla de Alba, Pero Ángel Jiménez; la portavoz del grupo municipal del PP, Sonia González; el sargento comandante del puesto de la Guardia Civil en Argamasilla de Alba, Tomás García, y el Jefe de la Policía Local, José Carretón; junto a numerosos vecinos y vecinas.
El obispo agradeció la colaboración económica del Ayuntamiento para hacer frente a los gastos de la obra, con la que se ha “embellecido la casa de todos” y a los vecinos y vecinas que han colaborado para que ya sean una realidad, así como al párroco Ángel Moreno que ha completado la restauración proyectada por el anterior párroco Ángel Almansa.
Jiménez afirmó que el Ayuntamiento tenía que contribuir a la restauración y mantenimiento de la iglesia parroquial al ser uno de los monumentos más importantes con los que cuenta la localidad, pues aúna belleza monumental e importancia histórica, principalmente cervantina y quijotesca, al encontrarse en una de sus capillas el cuadro exvoto de don Rodrigo de Pacheco, donado por el propio hidalgo don Rodrigo de Pacheco, fechado en 1601, de quién, según diversos historiadores, es trasunto don Quijote. Así la importancia monumental y la tradición literaria, sin olvidar la religiosa, han convertido a la iglesia parroquial en uno de los lugares más visitados por aquellos que se acercan a conocer la localidad, sus tradiciones e historia.
Finalizada la función religiosa, se celebró una mesa redonda con la participación de la historiadora local e Hija Predilecta, Pilar Serrano; la arquitecta responsable de la restauración, Gloria Ciudad, y el constructor que ha realizado las obras, Manuel Villar. En ella se hizo un breve recorrido por la historia del templo y se informó a los asistentes del motivo y la intención de esta reforma.
En la presentación de la mesa, el párroco local, Ángel Moreno, que inició su intervención recordando las palabras de Dostoyevski: “La belleza salvará al mundo”; afirmó que esta obra ha sido “un apuesta por la belleza, pues cuando el mundo se embellece es mejor, más feliz, y con ello contribuimos, un poquito, a la carga de luz y positividad que queremos ir introduciendo cada día más en nuestro mundo los creyentes”.
“La iglesia, nuestro templo parroquial, es la casa de todos, de los ateos, de los que no creen, de los que vienen esporádicamente, también de los turistas, que son muchos, y somos conscientes de que es una de las joyas de nuestro pueblo, junto a la Cueva de Medrano”, señaló Ángel Moreno.