La directora del Instituto Mujer del Gobierno de Castilla-La Mancha, Pilar Callado, se ha mostrado confiada en que «provincialmente» haya «unidad» en la aplicación de la conocida ley del ‘solo sí es sí’, para que «los mismos casos no se consideren de manera diferente».
Así se ha pronunciado Callado, preguntada por los medios sobre la ley antes de comparecer este miércoles en las Cortes regionales para dar cuenta del informe de la Ley 4/2018 para una Sociedad Libre de Violencia de Género en Castilla-La Mancha relativo al año 2021.
De igual modo, ha indicado que espera que el Tribunal Supremo mantenga una coherencia y que «ningún violador pueda quedar impune», pues la ley ha de beneficiar a las mujeres, que son las «víctimas».
Más tarde, durante su comparecencia en la Comisión de Igualdad, la responsable del Instituto de la Mujer castellanomanchego se ha vuelto a referir a tan polémico texto y, en la línea de lo que ha defendido la diputada socialista Charo García Saco, ha ratificado que «no es una chapuza», como previamente la ha calificado la diputada del PP María Roldán.
Tras los ataques de la parlamentaria ‘popular’, Callado ha insistido en que ni el presidente del Gobierno regional, Emiliano García-Page, ni la consejera de Igualdad, Blanca Fernández, «se han puesto de perfil» a la hora de criticar la rebaja de penas que posibilita el texto, pero ha aseverado que supone un «avance brutal».
«La ley no es una chapuza. No podemos lanzar ese menaje. Está claro que hay que cambiar algo y todos estamos de acuerdo. El Tribunal Supremo tendrá que poner orden para que las audiencias provinciales no puedan resolver de manera diferente. Pero no se puede echar por tierra esta ley integral que supone un avance brutal y pone el foco social en la violencia sexual».
Según Callado, la Ley de garantía de la libertad sexual va a favorecer que aumenten las denuncias por violencia sexual, toda vez que en la actualidad solo se denuncian el 8% de los casos, una «cifra mínima». «Tenemos que visibilizar el problema y a las mujeres que sufren violencia sexual hay que dar una herramienta legislativa, que es esta ley, para acabar con los agresores».
«Por su puesto que habrá que revisar, y si en un momento la ministra tiene que cambiar, tendrá que hacer algo con ese problema que hay en la ley, pero no podemos echarla por tierra», ha insistido.