El des-gobierno de Sánchez acaba de anunciar una subida de impuestos, destacando entre ellos los de sucesiones, patrimonio y sociedades, decisión que justifica: en que así lo exige la Unión Europea; en que España tiene una presión fiscal más baja que el resto de países europeos; y en que es necesario que todas las Comunidades Autónomas se homologuen y no existan diferencias entre ellas.
Como de costumbre, Sánchez miente en sus justificaciones o, por lo menos, oculta/desfigura los hechos para que “bailen” a su favor. La realidad, sin embargo es muy tozuda y se impone sobre la falsedad. Veamos la realidad de esas justificaciones.
Cuando dice que la Unión Europea exige e impone estas reformas lo que en realidad pretende es quedar él libre de la responsabilidad que se pueden generar con sus actuaciones. Con esta afirmación, Sánchez oculta intencionadamente que lo que realmente recomienda Europa es la subida del IVA y no de los demás impuestos en los que, como es obvio y elemental, cada país tiene su autonomía. La UE no interviene directamente en el establecimiento de tipos impositivos ni en la recaudación de impuestos: cada Gobierno nacional decide los importes que pagan los contribuyentes y la manera en que se gastan los impuestos recaudados. Lo que ocurre es que el IVA, impuesto común en la Unión Europea, afecta a todos los consumidores y, a lo mejor, es menos popular que los que quiere subir. Diga, pues la verdad y con ella la realidad de sus intenciones que, a lo mejor, se lo puede aprobar el Parlamento, aunque también cabe que la solución que le proponga sea que reduzca algunos gastos de los que ha previsto (Ministerios y asesores) que son, sin duda, menos necesarios. Con respecto al IVA hay países en los que solo se paga un 15% (Luxemburgo) y otros en los que se paga un 27% (Hungría), en España, como todos conocemos, está en el 21% ¿Se le ha ocurrido igualarse con los de abajo?
Aduce, en segundo lugar, que en España se pagan pocos impuestos en relación a los que pagan en Europa y que necesitamos subirlos para homologarnos y de nuevo, Sr. Sánchez, oculta ud. los datos según su conveniencia. ¿Se ha olvidado que para ver si se pagan muchos o pocos impuestos hay que compararlos no de forma absoluta sino en función de la renta media que tiene cada país? No es lo mismo pagar mil euros de impuestos cuando se ganan 4.000 €, que pagar 1.000 € cuando solo se ganan 2.000€. Y, efectivamente, si nos fijamos en el PIB (Producto Interior Bruto) per cápita de Alemania donde asciende a 40.070€, en España -esa misma variable- es de 23.690€ por lo que pagar en Alemania los 1000€ del ejemplo no resulta tan gravoso como pagarlos en España. Por tanto, sr. Sánchez, no nos trate de engañar diciéndonos que pagamos menos que algunos de los restantes europeos, porque si así lo es, probablemente, porque ganamos menos ¿por qué no prueba, ud., que es “doctor” en economía, a relacionar ambas variables (renta e impuestos) y a lo mejor no es tan cierta su afirmación de que pagamos menos que los restantes europeos?
La última razón que esgrime Sánchez para subir los impuestos es que es necesario homologar a todas las Comunidades autónomas y evitar que unas paguen más que otras. ¡Hasta suena bien la afirmación si en esa propuesta se contemplase el homologar por abajo!, es decir, hacer que todas cobren a sus ciudadanos lo que cobra la que menos cobra de impuestos. Pero no, de lo que se trata para Sánchez es de hacer que todas las CC. AA. que cobran menos impuestos los suban para que así se note menos el posible abuso que otras comunidades están cometiendo. Veamos un ejemplo referido al Impuesto de sucesiones que es uno de los que piensa subir: si una persona hereda 800.000€ ha de pagar por impuesto de sucesiones lo siguiente: si vive en Madrid ha de pagar 1.500€; si vive en Aragón, 53.000€ y si lo hace en Asturias la cantidad a pagar es de 103.000€. Pues, bien, lo que quiere Sánchez con su reforma fiscal es que no se note tanto la diferencia entre CC.AA. y todos paguemos, digamos, por poner solo un ejemplo, un valor medio que si lo calculamos entre el valor más alto y el más bajo, resultaría algo así como que todos los españoles que heredasen la cantidad que hemos puesto en el supuesto, habrían de pagar, viviesen donde viviesen, 52.250€ ¡Y viva la igualdad! Y eso sin mirar el problema legal que se puede suscitar teniendo en cuenta el título VIII de la Constitución, en el que su espíritu es que cada Comunidad Autónoma es autónoma, y valga la redundancia, para fijar libremente sus impuestos.
Seguiremos, comentando en las próximas semanas las peculiaridades de cada uno de los impuestos que se propone subir el Gobierno, por hoy nos basta con recomendarle a sr. Sánchez que no nos tome por tontos, que somos capaces de saber y demostrar que nos miente.