Un año más AMAO ha organizado la Gran Gala de la Zarzuela, que en su cuarta edición ha dejado demostrado que no hay límites para su excelencia.
Dice la historia que la zarzuela nació por el siglo XVII, en épocas donde tras un largo período de luto, la sociedad necesitaba un soplo de alegría. Cuatrocientos años después, este género musical, ha cumplido de nuevo con su cometido haciendo vibrar los corazones de la audiencia por encima de estos tiempos difíciles y dolorosos que le ha tocado vivir al pueblo de Tomelloso.
Con la última campanada de las diez alzó la batuta Don Francisco Antonio Moya, director de la Orquesta Filarmónica de La Mancha y esa magia sanadora se apoderó de la Plaza España.
Los solistas fueron el afamado e internacional Enrique Ferrer, dotado con una voz maravillosa y una abrumadora presencia escénica dejó bien claro porqué auditorios como el Coven Garden de Londres o la ópera de Guangzhou en China han caído a sus pies.
Antonio Torres barítono y «Señor de la Zarzuela» deleitó al público con su voz y una elegancia atemporal dejando para siempre en la memoria la hermosa interpretación de la «Canción del Segador» junto al Coro Femenino de Tomelloso y Coro de Voces Graves Quercus Robur (con dirección de Javier Benito) que además fue cantada como bis a petición del público.
Juanma Cifuentes, polifacético barítono y actor doctorado en comedia del arte en Milan. Alicia Hervás soprano maravillosa que no para de crecer y la dulce Angela Cano soprano manchega que sin dudas llegará muy alto.
Fuerza escénica, brillantez y gran calidad definen la Gran Gala de Zarzuela de la Feria de Tomelloso donde el talento de los músicos, los cantantes solistas y los cantantes corales sobrepasó el terreno de las emociones, ¡Gracias AMAO! por el titánico esfuerzo realizado para que este arte no desaparezca, la cosecha es este público que los admira y ayer llenó la Plaza de España. Ahora queda soñar con la noche mágica del año que viene.
