Metidos en la segunda quincena del mes de octubre, las nuevas añadas de vino, comienzan a elaborarse en las bodegas y cooperativas de nuestro entorno. Los más rezagados, terminaron la vendimia hace unas semanas y estas, ya echaron el cierre a las descargas hasta el año que viene.
Y mientras enólogos, y demás trabajadores, de las empresas vitivinícolas, se afanan en generar un buen vino. En las viñas, el otoño se abre paso a marchas aceleradas. Los tonos verdes que predominaban desde que entró la primavera allá por marzo, han sido sustituidos, claramente, por matices tanto amarillos, como marrones.
Se agota el ciclo de producción de la vid. Pronto se quitarán las marcas que deja el otoño, para dejar a la cepa «desnuda» para el invierno, la tierra quedará libre de hierba. Se comienza a labrar la futura cosecha del año 2022.