La Fundación Liderar con Sentido Común (FLSC) ha presentado los resultados del primer “Observatorio social para Castilla-La Mancha: Expectativas, miedos, alegrías y nuevas exigencias” con su presidente, Antonio Sola; la directora del Observatorio y coordinadora del estudio, Agustina López, y el consejero de FLSC, Pablo Knopoff. El estudio descubre los sentimientos de los castellanomanchegos hacia la post pandemia, así como realiza un balance del estado actual de los liderazgos y de cómo debiera ser un líder ideal para ellos.
Desde la fundación, se señala que el estado de ánimo de los castellanomanchegos en relación a su vivencia personal de la pandemia se ve manifestado en un panorama binario: buen ánimo o mal ánimo. De esta manera, se presenta un escenario donde casi la mitad dice sentirse en un estado de serenidad y esperanzado, mientras que la otra mitad de los encuestados manifiesta un estado de ánimo bajo vinculado al cansancio, a la incertidumbre y a la molestia.
Asimismo, los castellanomanchegos no muestran un aparente reproche mayor hacia las autoridades respecto al manejo de la pandemia, situación que, a juicio de la fundación, puede deberse a la campaña de vacunación que, aun con incertezas, es un comienzo para vislumbrar algo positivo. Por otra parte, ese 41 % podría responder también a los que aclararon tener un estado de ánimo más bien bajo.
En lo que se refiere al liderazgo, los castellanomanchegos marcan también las pautas de cómo debe ser su líder ideal y, para ello, respondieron que las principales cualidades que debe tener un líder para que se sientan inspirados por él son, con un 76,7 %, ser honesto, seguido de trabajador con un 12,5 %.
A la hora de responder quién es un líder para ellos, más de la mitad de los castellanomanchegos (57 %) responde apuntando a figuras que se enmarcan dentro del primer metro cuadrado de las personas, es decir, padres (35 %), médicos (14 %) y profesores (8 %). Es destacable la nueva figura prioritaria que ha traído la pandemia “los médicos”, quienes ya son parte del cotidiano íntimo. Esto último se está dando por la cualidad de la profesión de entregar seguridad y certezas. Lo mismo pasa –en este caso en menor medida– con los maestros.
En cifras menores, destaca el Rey (11 %) y el presidente del Gobierno (8 %), que reciben una valoración destacable, aunque muy distante de la de los padres. Cabe mencionar también el concepto: “no sabe” que obtiene también un (9 %). Este concepto se liga a la desesperanza autoaprendida, que está relacionada con la ausencia de liderazgos.
En el otro lado, la figura del sacerdote (1 %), presidente de Castilla-La Mancha (2 %), y policía y el alcalde (3 % cada uno), son las que presentan mayor lejanía con los castellanomanchegos.
Ante la pregunta de cuánto sentido común cree Ud. que tienen los líderes de su provincia, seis de cada diez castellanomanchegos (62,7 %) reconoce que sus gobernantes carecen de sentido común o tienen apenas un poco. Desde la fundación, se interpretan estos datos como un argumento más que ahonda en la lejanía entre los líderes y la gente, ya que pone de manifiesto la incapacidad para afrotar los temas que preocupan a los ciudadanos y, por tanto, invita a las personas a desconfiar de sus políticos.