El 35 por ciento de los trabajadores del sector de las residencias de mayores de Castilla-La Mancha no han recibido ninguna formación en prevención frente al COVID-19, tal y como se advierte en el proyecto llevado a cabo por el sindicato UGT para detectar las necesidades formativas de los trabajadores y trabajadoras de la región.
El proyecto, que está cofinanciado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social y por la Junta, se ha centrado en cinco sectores que han estado muy presentes durante la pandemia: el sector de transporte en carretera y pasajeros, el de limpieza, el sector de residuos, el sector agroalimentario y el sector de residencias de mayores.
Los resultados de este proyecto han sido presentados este jueves por la secretaria de Formación y Proyectos de UGT, Begoña García; el coordinador regional de Proyectos y Estudios de UGT, Marc Torres; y la portavoz de RUGE, la asociación de UGT que defiende los derechos de los jóvenes, Marta Guerrero.
Entre los principales objetivos de estos estudios se encuentra la mejora de la competitividad de los trabajadores para adaptarse a las nuevas circunstancias del mercado laboral, que está «en constante evolución», ha explicado Begoña García.
Entre los resultados más destacados del sector de residencias de mayores, UGT ha detectado que existe un 63 por ciento de trabajadores del sector «con un elevado desgaste físico», un 47 por ciento tiene «un alto nivel de ansiedad» y un 24 por ciento dice sufrir depresión durante este año y medio de pandemia. Además, el 20 por ciento de los trabajadores dice que sus relaciones sociales y familiares se han visto damnificadas este último año y medio.
Además, preguntando mediante encuestas y entrevistas, el sindicato ha detectado que el 35% de trabajadores del sector no ha hecho ninguna formación en prevención frente al COVID-19, algo que UGT ve «alarmante». Es por ello que, desde el sindicato, para corregir esta dinámica, ha propuesto a la Junta una campaña de sensibilización y concienciación dirigida a las empresas de este sector.
TRANSPORTES DE PASAJEROS
En el caso del sector del transportes de pasajeros, el sindicato se ha encontrado con que los trabajadores se quejan de que el certificado de aptitud profesional no está ni actualizado ni adaptado a sus sectores. Dan a entender que no tiene ningún sentido que ellos hagan formación sobre tacógrafos cuando no lo utilizan en su día a día. También se ha detectado que falta una formación profunda en perspectiva de género ya que es un sector altamente masculinizado.
UGT ha observado que «hay unas actitudes y comportamientos machistas que se deberían paliar». Como problemática más importante, el sindicato destaca que es un sector altamente envejecido, por lo que el relevo generacional «no está para nada asegurado».
En el sector de limpieza de edificios, UGT ha detectado que el perfil de trabajadores son mujeres de 40 a 50 años con muy baja cualificación pero con mucha experiencia laboral. Es un sector que está estigmatizado y no existe prácticamente formación interna en las empresas. «Hay muchas carencias en formación en nuevas tecnologías».
En el sector de residuos, el principal problema que se ha encontrado el sindicato es que no existe ningún tipo de formación ni tampoco existen certificados de profesionalidad. Tampoco hay formación en nuevas tecnologías. Además, es un sector altamente envejecido. También se ha detectado que los trabajadores no han hecho prácticamente ningún curso de gestión de residuos COVID. Como soluciones a estos problemas, UGT ha propuesto una certificación de profesionalidad.
SECTOR AGROALIMENTARIO
El último sector analizado es el agroalimentario. Según UGT, hay muy poca promoción dentro de las empresas, «algo que desincentiva la formación». Para UGT, el principal problema de este sector es que existe un gran desconocimiento sobre la formación y los certificados de profesionalidad que sí existen en este ámbito. Desde el sindicato se ha puesto en marcha una campaña de información a trabajadores sobre los certificados de profesionalidad que están a su alcance.
Por último, la portavoz de RUGE, la asociación de UGT que defiende los derechos de los jóvenes, Marta Guerrero, ha reivindicado la necesidad de que los jóvenes tengan presencia en los cinco sectores analizados ya que se trata de sectores muy envejecidos que necesitan un relevo generacional. «La economía de Castilla-La Mancha necesita a los jóvenes para su supervivencia», ha destacado.