Este sábado, 25 de septiembre de 2021, a las 6 horas y 23 minutos, María Parra Mora salía desde la Ciudad Deportiva de Tomelloso, por la carretera que conduce a Ossa de Montiel, para intentar cubrir de un tirón los casi 100 kilómetros que nos separan del Santuario de la Virgen de Cortes, en las estribaciones de la Sierra de Alcaraz. Ese era el reto que se había planteado María, un reto que tenía como finalidad dar voz a todos los enfermos de Alzheimer y a sus familias.
María lo tenía todo muy organizado, se había preparado a fondo, pero nunca había corrido esa distancia, que es más de una doble maratón. El trayecto, bien planificado, pasó por las poblaciones de Ossa de Montiel, Viveros y Solanilla, y María estuvo todo el tiempo acompañada por amigos y familiares. También por un coche de Protección Civil, una ambulancia, varios miembros del club ciclista TomBike: Jesús, Luisa, Emi y Eugenio; y algunos compañeros del club Manchathon, como Manuel Jiménez, Rosa Sánchez, Elena Vergara y Maite Vergara, que la acompañaron durante distintos trayectos, así como el fisioterapeuta Eduardo Cuartero.
Los cálculos que había hecho María Parra para completar el reto estaban en unas 15 horas, unas 5 horas para cada tercio de recorrido. Sin embargo, nos sorprendió que el primer tercio de la carrera, la primera etapa que era el paso por Ossa de Montiel, María lo hizo en aproximadamente 3 horas. Eso nos hizo temer a los más profanos que hubiese empezado con un ritmo demasiado rápido, y que quizá podría pagar el esfuerzo más adelante. No obstante, pronto nos dimos cuenta de que María iba cómoda y teniendo todo controlado justo cuando llegamos a la población de Viveros, la segunda etapa en el segundo tercio del recorrido. María pasó por Viveros con una sonrisa en la cara, muy centrada, pero charlando con sus compañeros.
Llegó el último tercio del recorrido, el que iba de Viveros al santuario (33 kilómetros), y María se quedó sin acompañantes, excepto los 5 ciclistas de TomBike que no la abandonaron en ningún momento. La parte más dura, después del esfuerzo de más de 6 horas corriendo, podría llegar a pasarle factura al correr en solitario, pero tampoco fue así, y cuando llegó a la falda de la subida al santuario, a 3 kilómetros de la meta, María seguía con su mirada de concentración. En ese momento varios compañeros del club Manchathon se volvieron a unir a ella para acompañarla en esa dura subida, que ya hizo descalza.
La llegada fue emocionante, y todo el mundo rompió en aplausos y lágrimas de emoción, a las que se unió este testigo, al presenciar una hazaña épica que está al alcance de pocos mortales. Todo eso ocurrió este 25 de septiembre de 2021, el día que los dioses coronaron a María Parra Mora como la heroína de la batalla contra el Alzheimer. El día que María superó en más del doble al emisario ateniense Filípides, es el mismo día que María Parra conquistó nuestros corazones.
María consiguió su reto de correr 93 kilómetros en 8 horas y 52 minutos (una velocidad media de más de 10 kilómetros por hora), superando un desnivel total de 430 metros en todo el trayecto, un trayecto de continuas subidas y bajadas.