El director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo (RABACHT), Jesús Carrobles, tras el hallazgo en el barrio de las Covachuelas de dos bóvedas del que fuera Anfiteatro Romano de la ciudad, ha reclamado un mecanismo que permita poner en valor el patrimonio que aparece fuera de las murallas de la capital regional, convencido de que se puede tornar en «un elemento referencial para el futuro de Toledo».
«Estamos hablando de algo verdaderamente excepcional, puede haber 30 en España. Estamos hablando de algo que supera el valor que pueden tener muchas otras grandes ciudades», ha insistido el director de la RABACHT, que ha considerado que este descubrimiento ha puesto de manifiesto que Toledo carece de un mecanismo para actuar sobre el patrimonio que aparece fuera de su casco.
«Toledo ha conseguido ser un ejemplo de conservación en el Casco Histórico, ha generado el Consorcio y otras figuras necesarias que ante cualquier hallazgo en el interior de la muralla hacen que esté garantizado y se ejecute con toda la claridad del mundo. Se excava, se atiende y se divulga. El problema es cuando salimos de la muralla», ha incidido Carrobles.
A su juicio, «Toledo no ha sido capaz de generar ese mecanismo que garantice la propiedad privada y el patrimonio que es tan excepcional como el de la propia ciudad. Estamos hablando del Circo Romano, del Anfiteatro Romano, del Cristo de la Vega, la Basílica de Santa Leocadia y de muchos inmuebles que también son el alma de Toledo», ha añadido.
Y es que, el responsable de la de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo ha abundado en que las dificultades que están teniendo las administraciones para decidir qué hacer con los restos del Anfiteatro Romano evidencian que la ciudad adolece de esa herramienta de protección, abogando incluso por «ampliar» la del Consorcio a puntos exteriores de la muralla.
Según Carrobles, Vega Baga, 15 años después de que se paralizase la construcción de viviendas, es un ejemplo de la falta de esas herramientas que, «desgraciadamente, vuelven a poner de manifiesto la carencia de gestión a la hora de no valorar que un edificio como el del anfiteatro puede ser un elemento referencial para el futuro de Toledo por muchos motivos».
A su entender, el problema de Toledo es que se ha centrado en una oferta patrimonial conformada por la «la Catedral, el Greco y el Alcázar, que está muy bien y ha funcionado muy bien durante los últimos 100 años».
«Nos hemos sentido llenos de historia y no hemos prestado la atención que merecen otros elementos como el Circo, cerrado desde ‘Filomena’, o el Anfiteatro. Sabiendo que existe no somos capaces de plantear qué queremos hacer», ha concluido lamentando.
VEGA BAJA
En cuanto a Vega Baja, y después de que Hispania Nostra la haya incluido en su Lista Roja de Patrimonio por su «pésimo estado», Carrobles ha relatado que, pese a que esta asociación tiene una lista roja, la Academia tiene una lista negra de patrimonio y Vega Baja lleva cuatro años en ella por «muchos motivos». El primero y principal, «e Hispania Nostra no cae en ello», es que tras decaer el Plan de Ordenación Municipal (POM) del 2007, el que rige es el del año 86 y permite «la construcción de miles de viviendas».
«Creo que hay un consenso por el que no se van a llevar a cabo las edificaciones, pero ahí está, hasta que no haya un nuevo planeamiento urbanístico ahí está ese problema», ha recordado el director de la RABACHT, que de igual modo ha puesto la lupa en el estado de conservación de este yacimiento. «A medio excavar y a medio estudiar, lleva abierto 20 años y sufre de manera clara».
No obstante, ha vuelto a asegurar que, sin saber el tratamiento ni la figura que tendrá este espacio, «ponerse a excavar por excavar» tampoco tiene ningún sentido y degradaría más los restos. «Hay veces que es preferible que las cosas permanezcan tal y como están porque eso nos permitirá afrontarlo de mejor manera cuando haya un proyecto definitivo», ha defendido.
Y es que la Real Academia está a la espera de saber qué se va a hacer en Vega Baja y a partir de la definición de lo que se decida en ese espacio, concentrar toda las iniciativas para hacerlo posible. «A partir de ahí colaboraremos como siempre hemos hecho para que el resultado sea lo mejor posible y de alguna manera esta ciudad consiga romper esa muralla mental que tiene en la muralla medieval y consiga darse cuanta de la capacidad y del patrimonio que tiene fuera de la Puerta de Bisagra».
Por ello, confía en que el acuerdo en el que trabajan Ministerio de Cultura, Gobierno regional y Ayuntamiento de Toledo, instituciones competentes en este espacio, otorgue la importancia que tiene Vega Baja en la imagen y en la configuración de la ciudad actual, a fin de convertir esta zona «deteriorada» en un elemento central y articulado de Toledo, que ha crecido de manera desvertebrada en la segunda mitad del siglo XX y que, a su entender, necesita de espacios como este para terminar de encajar.
En este sentido, ha manifestado que no hay que verlo como un vacío, sino como una oportunidad, tal y como lo fue el Parque del Retiro para Madrid en un determinado momento. «Hoy nadie diría que eso es un vacío, sino una de las grandes riquezas de Madrid».
Preguntado sobre si en la elaboración de ese acuerdo tripartido que ocupa al Gobierno central, al regional y al Consistorio se ha contado con la RABACHT, Carrobles ha señalado que han hablado con unos y con otros y que cuando se le ha preguntado ha emitido su opinión. «Llevamos más de 20 años hablando sobre Vega Baja y en ese sentido creemos que nuestra opinión ha sido atendida y es clara y conocida por todos. Espero que quede reflejada en las conclusiones a las que se ha de llegar», ha finalizado.