La secretaria regional de Mujeres y Políticas LGTBI de CCOO, Rosario Martínez, ha propuesto al Gobierno de Castilla-La Mancha incluir en la ley la violencia vicaria como una forma de violencia de género
En nota de prensa, el sindicato señala que en el primer semestre se cierra en Castilla-La Mancha con 3.546 casos activos de violencia machista bajo seguimiento policial, según la estadística del sistema Viogen, y en las cinco provincias de la región viven 1.461 menores de edad a cargo de mujeres víctimas.
«Para CCOO estos son datos preocupantes, más cuando entre esas situaciones de víctimas de malos tratos se incluyen 319 casos considerados de vulnerabilidad para los hijos e hijas de las víctimas; 178 son casos de especial relevancia, y de todos ellos, hay 126 se encuentran en riesgo medio, 73 en riesgo alto y 12 en riesgo extremo», ha explicado Martínez.
A ello añade el riesgo añadido para los hijos de las víctimas tiene que ver con la conocida violencia vicaria, un tipo de violencia que debe estar en la norma para proteger mejor a todo tipo de víctimas.
«Valoramos y reconocemos la protección de la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género en Castilla-La Mancha en el caso de los menores dependientes de las mujeres víctimas, pero pedimos al Gobierno autonómico que dé un paso más en su compromiso de prevención y protección de las mujeres víctimas, incluyendo la violencia vicaria como una de las formas de violencia de género de manera explícita en ésta Ley, para garantizar una mayor seguridad jurídica a las personas más vulnerables, víctimas de estas terribles violencias», señala.
Con el reconocimiento a esta violencia vicaria, apunta el sindicato, se visibiliza la violencia que el maltratador ejerce contra la mujer «utilizando como objetos del daño a las hijas o hijos, para provocar el mayor daño posible, pero que también puede ampliarse a personas que tengan una vinculación emocional especial para la mujer, como podrían ser los padres, hermanos o hermanas, amigas».
Rosario Martínez ha subrayado que casos de este tipo se han dado en la comunidad castellano-manchega, crímenes donde el asesino ha castigado a la víctima actuando contra un pariente o una amiga, agrediéndolos o incluso asesinándolos. «Ocurrieron los asesinatos de Laura y Marina en Cuenca en 2015, o después en Albacete la muerte a cuchilladas en 2018 de una mujer que era excuñada del agresor», ha recordado.
La secretaria de Mujeres y Políticas LGTBI ha destacado además que este año en España son ya tres las y los menores víctimas mortales en casos de violencia de género contra su madre o violencia vicaria, «sin contar el caso de la menor de 1 año de Tenerife, desaparecida desde el pasado 27 de abril, y que se encuentra en situación de investigación, aunque las expectativas son nefastas».
Asimismo, ha señalado que ya son 1.103 las mujeres asesinadas por violencia de género en España desde 2003 (fecha desde que se tiene registro de éstos crímenes), «uno de ellos en nuestra comunidad el pasado mes de mayo en Alovera (Guadalajara), y el último asesinato por violencia de género se ha cometido esta misma semana en Málaga, y todos ellos dejan una cifra de 18 huérfanas y huérfanos».
CCOO hace un llamamiento de nuevo a los poderes públicos, agentes sociales y el conjunto de la sociedad aunar esfuerzos contra estas violencias «que suponen uno de los mayores y más graves problemas que sufrimos en este momento y de más difícil solución», ha concluido Rosario Martínez.