UGT Castilla-La Mancha ha denunciado las discriminaciones en el acceso al empleo que siguen sufriendo las personas con discapacidad, pues solo una de cada cuatro personas con discapacidad está trabajando. Estas discriminaciones, ha considerado, se traducen también en falta de accesibilidad, en peores condiciones laborales para estos trabajadores y trabajadoras e incluso en rechazo.
Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se celebra hoy 3 de diciembre, la secretaria de Igualdad y Políticas Sociales de UGT Castilla-La Mancha, Marta Gil, ha reclamado que, después de años en los que las políticas de discapacidad han sufrido un estancamiento, es hora de volver a colocar a este colectivo en el centro de la agenda política y de que se produzca un avance en la igualdad efectiva de los grupos más vulnerables.
El sindicato ha recordado, en nota de prensa, que solo una de cada cuatro personas con discapacidad está trabajando y que cerca del 70% de los contratos que firmaron en el último año fueron contratos temporales.
Además, frente al 77% de la tasa de actividad que tienen las personas sin discapacidad, esta tasa se reduce al 34% en el caso de las personas con discapacidad.
«Aquí también encontramos brecha salarial. La diferencia de las personas trabajadoras con y sin discapacidad es de un 16,1%», ha alertado Marta Gil.
La responsable de Igualdad y Políticas Sociales de UGT en la región ha pedido que estos porcentajes deben cambiar, porcentajes que «ponen de manifiesto que no se está logrando la inserción laboral de las personas con discapacidad».
Uno de los ejes de actuación, ha defendido, pasa por dar un impulso a la negociación colectiva para recoger en los convenios las demandas laborales de las personas con discapacidad y sus oportunidades de inclusión.
Por último, ha destacado la importancia de una acción sindical integral y transversal en las empresas con el objetivo de promocionar y defender los derechos de las personas con discapacidad; garantizar el cumplimiento real y efectivo de la contratación a través de mecanismos como la cuota reserva del 2%; mejorar la calidad del empleo o el mantenimiento del mismo en caso de una discapacidad sobrevenida.
De igual modo, ha reclamado la realización de los ajustes necesarios para una correcta adaptación del puesto de trabajo en función de la discapacidad de que se trate, de forma que las trabajadoras y trabajadores con discapacidad puedan desarrollar su labor sin condicionantes que mermen o dificulten el uso de sus conocimientos y capacidades.
Reivindica, igualmente, la necesidad de evaluar, y en su caso rediseñar, las medidas destinadas a facilitar la inclusión laboral de las personas con discapacidad con especial atención a los programas de empleo específicos para mujeres con discapacidad, «puesto que son víctimas de una doble discriminación».