Un estudio dirigido por investigadores del Centro Médico de Boston (Estados Unidos) ha mostrado una reducción de aproximadamente el 80 por ciento en los casos de gripe y otras infecciones víricas respiratorias comunes en comparación con periodos de tiempo similares en años anteriores, antes de que se pusiera en práctica el uso de mascarillas y el distanciamiento físico para ayudar a detener la propagación del COVID-19.
Publicados en la revista científica ‘Open Forum Infectious Diseases’, estos resultados sugieren que las medidas de salud pública utilizadas para prevenir la transmisión de la COVID-19 podrían ser útiles para ayudar a prevenir otras infecciones virales respiratorias.
«Sabemos que los virus que causan el resfriado común y la neumonía se propagan a través del contacto cercano, los aerosoles y/o las gotitas, por lo que decidimos analizar cómo las medidas aplicadas para prevenir la propagación del COVID-19 pueden haber influido en la incidencia de otras enfermedades respiratorias víricas comunes», explica el doctor Manish Sagar, autor correspondiente del estudio.
En este análisis de cohorte retrospectivo, los investigadores analizaron todas las infecciones virales respiratorias documentadas (de pacientes internos y externos) en el Centro Médico de Boston durante ciertos períodos de tiempo entre el 1 de enero de 2015 y el 25 de noviembre de 2020.
Estas infecciones se diagnosticaron utilizando una PCR que detecta 20 patógenos respiratorios comunes, y se registraron los resultados positivos. Los resultados positivos y negativos de las pruebas de SARS-CoV-2 se excluyeron del estudio, dado que se centró en otras enfermedades respiratorias comunes anteriores a la pandemia de COVID-19.
El año 2020 se dividió en dos períodos específicos. El primero representa el momento anterior a la aplicación del uso de mascarillas, el distanciamiento físico y el cierre de las escuelas en Estados Unidos (1 de enero a 10 de marzo de 2020).
El segundo representa el tiempo posterior a la aplicación de estas prácticas para detener la transmisión de la COVID-19 (11 de marzo a 25 de noviembre de 2020). Los investigadores analizaron el número de infecciones virales durante los períodos 1 y 2 para 2015 – 2019 y lo compararon con los resultados de 2020.
En el periodo 2 de 2020, tras la aplicación de las medidas para detener la COVID-19, los nuevos virus respiratorios detectados fueron aproximadamente un 80 por ciento menores en comparación con el mismo periodo de tiempo de 2015 a 2019.
Por el contrario, en el periodo 2020 1, antes de las medidas de prevención del COVID-19, hubo más infecciones por virus respiratorios en comparación con el periodo 2015 a 2019. Además, la reapertura gradual en Boston, que ocurrió alrededor del 20 de julio de 2020, se asoció con un aumento en la detección de infecciones por rinovirus.
«Los resultados de nuestro estudio pueden ser especialmente útiles para desarrollar estrategias de prevención en entornos en los que las infecciones respiratorias son muy perjudiciales, como los entornos de congregación y para los ancianos e inmunodeprimidos», remacha Sagar.