UGT Castilla-La Mancha considera necesaria la nueva Ley de Aguas de Castilla-La Mancha, pendiente aún de aprobación, una normativa que «garantizará el suministro a todos los pueblos de la región así como una mejor asignación de los recursos hídricos».
Con motivo de la celebración este lunes 22 de marzo del Día Mundial del Agua, Javier Flores, secretario regional de Salud Laboral, Juventud y Agenda 2030 de UGT, señala que el objetivo de esta ley es la regulación de la política de abastecimiento, de saneamiento y de depuración de las aguas residuales en Castilla-La Mancha y que, para lograrlo, son necesarias infraestructuras eficaces y eficientes.ç
Destaca que la ley condicionará que los futuros trasvases que se realicen en la cabecera del Tajo sean aceptados previo informe preceptivo de la región castellano-manchega, surgiendo además la necesidad de establecer un sistema tributario que permita a los usuarios de los servicios de abastecimiento y depuración contribuir a su construcción y mantenimiento, ha informado UGT en nota de prensa.
«El canon ambiental se establece para que quién contamine más pague más», apunta, para afirmar que UGT entiende que es una herramienta que se prevé bastante eficaz para evitar, o al menos para minimizar, la afección al medio y apela a la solidaridad intraterritorial de los usuarios del Tajo para salvaguardar los recursos hídricos.
En relación a los trasvases, UGT Castilla-La Mancha pide el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Supremo que exigen el establecimiento de un régimen de caudales ecológicos real y científicamente validado en el eje central del río Tajo y en todos los demás ríos de la cuenca.
El sindicato recuerda que dichas sentencias, «que benefician notablemente a los intereses hídricos de la región», aún no han sido llevadas a su ejecución, «resultando papel mojado».
«Desde el sindicato no nos mostramos contrarios a los trasvases, ya que -utilizados con coherencia y racionalidad- pueden ser una buena herramienta de redistribución de un bien tan preciado como el agua. Pero en este caso concreto, no ocurre así», pone de manifiesto Flores, quien añade que «el caudal ecológico del Tajo, el cual se conoce como aquel que respeta las mínimas necesidades de los usuarios de su cuenca y que además preserva los valores ecológicos, no es respetado, siendo el principal motivo el trasvase», a lo que suma las utilidades no controladas del caudal. «Todo deriva en que el caudal ecológico del Tajo esté bajo mínimos».
UN CAMBIO EN EL MODELO DE GESTIÓN DEL TRASVASE
Por otro lado, entre las propuestas del sindicato también está un cambio en el modelo de gestión del trasvase Tajo-Segura, máxime teniendo en cuenta que «la cuenca del Segura es autosuficiente actualmente para satisfacer el regadío, el uso turístico e industrial y que las desaladoras no se encuentran en uso».
«No podemos tener una cuenca supeditada a otra. El Trasvase Tajo-Segura se aprobó en los años 60, bajo la dictadura franquista, y se le dotó de una vida útil de 50 años; es por ello por lo que desde UGT exigimos un análisis del actual contexto, que ni mucho tiene que ver con el de los años 60 y el cual deja un escenario catastrófico del Tajo, lo que acarrea que en muchas zonas el agua esté estancada», subraya.
En el Día Mundial del Agua, el sindicato reivindica una «eficaz» gestión del agua y es que una gestión apropiada «evita, no solo fenómenos tales como la sequía o el desabastecimiento, sino también otros relacionados con el exceso del bien, como las inundaciones».
De esta gestión también dependen -añade Javier Flores- aspectos tan cruciales para la región como la despoblación. Sostiene que el desarrollo del mundo rural y el poder fijar la población en estos lugares está íntimamente ligado a la suficiencia de agua.
«El agua, en la actualidad, es un bien preciado muy amenazado por diferentes motivos, entre los que destaca el crecimiento de la población, la alta demanda en agricultura e industria y el empeoramiento de los efectos del cambio climático. Mientras las sociedades más desarrolladas se debaten en su reparto, hay personas que difícilmente tienen acceso a ella», argumenta.
Por este motivo, UGT Castilla-La Mancha mantiene un firme compromiso con el objetivo número 6 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, un objetivo que habla de garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y saneamiento para todos». En la consecución de este fin «no podemos dejar a nadie atrás».
Para el sindicato es preciso trabajar desde todas las instituciones para concienciar a la población de que este bien tan escaso, y al que tan fácil acceso tenemos en el mundo desarrollado, es limitado y no tan accesible para todas las partes del mundo.