La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha instado a «no bajar la guardia» a pesar de la «buena tendencia» de la tercera ola de la pandemia de COVID-19 y ha instado a las comunidades autónomas a no acelerar la desescalada hasta que la incidencia a 14 días por 100.000 habitantes se sitúe por debajo de 50. Según los datos facilitados por Sanidad este lunes, en estos momentos se encuentra en 252.
«No podemos bajar la guardia. Estamos saliendo de esa situación de riesgo extremo pero todavía preocupa y, por tanto, hasta que no lleguemos a cifras de incidencia por debajo de 50 no podremos tomar medidas de relajación», ha resaltado Montero en rueda de prensa este martes tras el Consejo de Ministros.
En este contexto, ha reclamado «que no sea una desecalada abrupta», sino «de forma ordenada y pausada» para «ir dando pasos para ir progresivamente recuperando la normalidad sin que se ponga en riesgo el número de contagios». «Ojalá no asistamos a una cuarta ola que todos tememos y que, por tanto, todos tenemos que evitar», ha añadido al respecto.
Montero ha pedido «que no haya prisas porque son malas consejeras» y relajar demasiado las medidas daría «lugar a contagios indeseados». La portavoz ha advertido de que una nueva ola de la pandemia conllevaría «pérdidas de vida y de salud», por lo que ha instado a reducir lo antes posibles las hospitalizaciones para «poder atender a otras patologías».
Por ello, y pese a «la buena tendencia de la tercera ola», la portavoz del Ejecutivo ha insistido en «las medidas de prudencia y precaución» así como en la «seguridad» de la desescalada de las comunidades autónomas.
Sobre las vacunas, Montero ha resaltado que España «es uno de los países con mayor ritmo de vacunación». «Ayer superamos los tres millones de dosis. Nos permite mirar con esperanza el futuro pero aconseja la prudencia y ser muy cautos en las medidas de relajación», ha remachado.