El epidemiólogo y exdirectivo de la OMS Daniel López Acuña ha afirmado que se ha entrado «de lleno» en una tercera ola que será «más virulenta» y ha incidido en que es necesario vacunar contra la covid-19 «como si fuera una operación militar y de guerra».
En declaraciones a Onda Vasca, López Acuña ha analizado el impacto de la pandemia de la covid-19 y la llegada de una tercera ola.
Tras lamentar que se está ante una evolución de la pandemia que era «previsible por la laxitud y relajación de muchas de las medidas restrictivas», el epidemiólogo ha señalado que, a diferencia de lo que ocurría en verano, el hecho de tener una «incidencia alta» ha provocado que se haya entrado en una «intensificación de los contagios».
«Estamos en una tendencia ascendente en buena parte de las Comunidades y, como consecuencia de ella, estamos entrando de lleno en una tercera ola. Vamos a tener de nuevo un cuadro que traerá una presión asistencial preocupante», ha advertido.
A su juicio, se han cometido «algunos errores» al no haberse ido a medidas más drástica en noviembre, con un confinamiento corto para «abatir la curva en noviembre». «La relajación arranca desde el ‘black friday’ y los contactos entre personas se han intensificado en Navidad lo que ha hecho ser detonador de más contagios», ha incidido.
Por todo ello, López Acuña ha vaticinado que la tercera ola será «más virulenta» que la segunda al producirse con una «incidencia más alta que en verano». «Teníamos que haber sido mucho más precavidos. Hay países como Francia que han tomado medidas muy restrictivas, con toques de queda desde las seis de la tarde, mientras que en Irlanda se ha recurrido a un nuevo confinamiento», ha añadido.
Asimismo, ha recordado que la nueva cepa del patógeno procedente del Reino Unido no es más letal, pero sí más contagiosa, «lo que aumenta el número de casos a un ritmo mayor».
VACUNACIÓN
Respecto a las vacunas, el epidemiólogo ha incidido en que no se va a alcanzar un nivel de vacunación que permita ver «cambios importantes» en la incidencia hasta «dentro de varios meses», aunque «hay que apostarlo todo a vacunar intensivamente al mejor ritmo que se pueda».
«El proceso de vacunación es un desafío organizativo y logístico. Se tiene que vacunar a un ritmo de cinco millones de españoles por mes para alcanzar los 35 millones, que supondrá la inmunidad de grupo, al final del verano», ha defendido.
En este sentido, ha reconocido que la vacunación en el Estado ha arrancado con ritmos «un poco lentos», ya que «en esto no se deben tener vacaciones ni días festivos». «Hay que vacunar como si fuera una operación militar y de guerra. Hay que vacunar sin cesar y todas las Comunidades van a tener que plantear si necesitan reforzar los dispositivos de atención primaria o algún otro dispositivo complementario», ha subrayado.
Por otro lado, ha considerado que la reticencia de algunas personas a la hora de ponerse la vacuna es producto «de la confusión y de la ignorancia», ya que son seguras y «la mejor arma que tenemos para prevenir la muerte».
Asimismo, ha defendido que ponerse la vacuna debiera ser un requisito «obligatorio» para poder estar en una residencia geriátrica y «tarde o temprano deberá haber un carné de inmunidad».
Por último, ha considerado que si el calendario de vacunación avanza a buen ritmo, «el 70% o más de la población estará vacunada a final de agosto o septiembre». «No creo que debamos pensar que vamos a tener un verano libre de mascarillas. Lo seguro es pensar que tendremos un otoño-invierno más normalizado», ha finalizado.