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sábado, 21 diciembre
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Conocer nuestros vinos: La garnacha, la varietal que más superficie ocupa en el mundo

Despreciada en las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado, se está volviendo a popularizar, pues se adapta a las nuevas demandas del mercado

La Garnacha es una variedad muy rústica, con alto potencial de longevidad por esa acidez y el frescor con la que cuenta.  Hay quien dice que “es la madre de todas las variedades” por su profunda adaptación al territorio.

Es la variedad de origen español que mayor superficie ocupa en el mundo​. De hecho, la garnacha es una de las castas más populares a día de hoy en España. Es la uva española que está en boca de todos. Suele ser de las últimas en vendimiarse, y hay que buscar el momento justo para ello, que suele ser a partir de las primeras lluvias pre-otoñales.

Su etimología podría devenir de grenate, referencia al color de los vinos, pero hay otra teoría que dice que tiene su origen en la palabra italiana vernaccia formada a partir del nombre del pueblo de Vernazza, de la comarca de Liguria, situada en el noroeste de Italia y famosa por sus vinos. Se dice que es originaria del valle del Ebro, donde tiene uno de sus feudos, junto con Cebreros (Avila), Méntrida (Toledo), San Martín y Navalcarnero (Madrid), también en la Rioja es muy abundante, siendo la varietal base de sus vinos que se mezcla con la variedad tempranillo. Se trata de la variedad tinta más extendida en toda España, debido a su fácil cultivo y buena producción. Su aporte de cuerpo, frutosidad y carnosidad, la hacen complemento ideal para realizar mezclas equilibradas, sin embargo como varietal única para un vino es arriesgada, ya que puede variar muchísimo de un año a otro, y es necesaria una vendimia en su justo momento .

Tiene una gran tendencia a la oxidación, circunstancia aprovechada en algunas zonas para elaborar vinos rancios y de postre. Muy rústica, da vinos de cuerpo y riqueza alcohólica, con poca acidez y blandos taninos, valorados para coupages. De gran frutosidad, frutos silvestres (frambuesa, moras, laurel, higos secos, dátiles), buena graduación y cuerpo carnoso; aunque sus grasos y sensuales taninos no son muy aptos para la crianza en roble y evolucionan rápidamente.

De color granate, es una variedad resistente como pocas, capaz de aguantar las condiciones ambientales más adversas. Se caracteriza por su baja acidez, prefiere los climas secos a los húmedos y aporta grado y cuerpo a los vinos. Sus bayas son oscuras, ligeramente ovaladas, de piel espesa y sabor dulce. La cepa es vigorosa con brotación medio-tardía, sarmientos robustos con entrenudos cortos, tiene una buena adaptación a distintas zonas. Racimo no excesivamente compacto, por lo tanto algo más resistente a las enfermedades. Buen grado de azúcar y acidez fija.

El clima seco y cálido del Mediterráneo es su ambiente más propicio. La Corona de Aragón la expandió por toda la zona mediterránea durante la Edad Media, sobre todo en Italia.

Durante los 80 y 90, la garnacha fue fuertemente despreciada en España. En aquellos años en los que no se trabajaba nada sobre las condiciones de vinificación, esta uva tenía mala fama, la de producir vinos bastos, que no aguantaban en botella, con tendencia a la oxidación y que solo valían para mezclar con otras uvas.

Se adapta muy bien a suelos pobres y aguanta el calor. Además se trata de una variedad muy productiva que incluso puede plantarse hasta los 2.000 metros de altitud.

En total hay cinco tipos de garnachas. En primer lugar está la garnacha tinta, seguida por la garnacha peluda, la garnacha roja, la garnacha blanca y la garnacha tintorera o simplemente tintorera, siendo la más común y extendida la garnacha tinta.

En la Mancha se está empezando a cultivar con muy distintos resultados. Antiguamente en la Mancha se cultivaba la variedad llamada «Garnacha Tintorera», la única variedad con la pulpa tinta, y que se utilizaba para dar color al llamado «tinto de mesa» cuya base era de vino blanco de la variedad Airén. En los últimos años se está apostando por esta uva para producir tintos modernos con aromas frutales más demandados por el mercado actual, y la clave está en su poda y el momento justo de recolección.

El maridaje perfecto sería con carnes rojas y de caza, aunque un buen vino de garnacha sin crianza puede maridar con casi todo, hasta pescados.

Manuel Buendía Pliego
Manuel Buendía Pliego
Persona inquieta y multidisciplinar. Artista plástico, profesor de dibujo y acuarela, diseñador, gastrónomo, y escritor aficionado. Ha publicado en distintos medios digitales varios relatos, también ha publicado un libro de microrrelatos junto a Carlos Naranjo, y está trabajando en varios proyectos editoriales.
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