Repuestos Negrillo es una empresa familiar histórica de Tomelloso. Antonio Negrillo, junto a sus hermanos Miguel y Manuel, representan a la tercera generación de ésta empresa familiar que comenzó su andadura hace más de 60 años con su abuelo Antonio y Miguel, el hijo de éste y padre de los tres. Ese negocio primigenio era un taller de bicicletas y motos, que al poco tiempo derivaría en tienda de repuestos de automoción, negocio que aún continúa con las lógicas adaptaciones a los nuevos tiempos.
Hablamos con Antonio Negrillo sobre la historia y actualidad del negocio.
Entomelloso: Cuéntanos cómo fueron los inicios de tu abuelo y tu padre.
Antonio Negrillo: No podría empezar esta entrevista sin agradecer tanto a Antonio Negrillo, nuestro abuelo, como Miguel Negrillo, nuestro padre, el esfuerzo y dedicación de toda una vida por esta empresa familiar, gracias a ellos hoy somos lo que somos y mostramos nuestro apellido con mucho orgullo.
Todo comenzó en 1945 en con un pequeño taller de bicicletas que más tarde evolucionó incorporando las motocicletas como parte del negocio. Los recambios y los neumáticos de turismos, agrícolas y vehículos industriales, llegaron más tarde, allá por el año 1959.
Con posterioridad llegaron los años de la explosión del motor en España, con coches más modernos y el mercado evoluciona y mejora. Es entonces, en concreto en 1967, cuando nuestro abuelo junto a nuestro padre adquieren un nuevo local en la calle Socuéllamos esquina con Veracruz, donde además de la venta de recambios se quedan con la concesión de venta y repuestos de Citroën para la zona, teniendo en cuenta que la tienda era de Ceima, distribuidor entonces de Citroën Ciudad Real. Se mantienen así las dos tiendas de la calle Mayor y Socuéllamos (con la venta de aceites, accesorios, herramientas, productos de mantenimiento, “las primeras llantas de aleación que llegaron a Tomelloso”…) y de forma simultánea prestan servicio de neumáticos Michelin en el polígono, que mantuvieron hasta el fallecimiento de Antonio Negrillo Manzaneque en 1993.
En esos años se suceden nuevos negocios y se dejan otros, como el cierre de la tienda de la calle Mayor en 1969, más tarde cierra Ceima y dejan la venta de coches Citroën pero nuestra familia se embarca en la venta de turismos Renault con Bonardell de Alcázar, distribuidor de la provincia.
Lo que sí se mantuvo fue la tienda de recambios de la calle Socuéllamos y la nave de la venta de neumáticos Michelin, la primera hasta el traslado a las actuales instalaciones de la calle Campo, 121, en 1995.
ET: Hace un par de décadas decidisteis trasladar el negocio desde el centro de Tomelloso a las afueras, algo lógico ya que la mayoría de los talleres de automoción están en aquella zona, y porque imagino que el espacio se os quedó pequeño ¿La actual ubicación cubre todas vuestras necesidades, o tenéis planeado ampliar las instalaciones?
AN: Fue un cumulo de necesidades. Las referencias de recambios empezaron a multiplicarse exponencialmente y el espacio se hizo vital para poder crecer y poder afrontar la realidad de aquel momento con garantía de éxito, por otro lado la falta de aparcamiento y la salida de los talleres al polígono, además del fuerte convencimiento de mi padre, nos hizo cambiar la ubicación de la tienda. Esto supuso un importante empujón a las ventas, fue una decisión enormemente acertada. En la actualidad contamos con más de 2000 m2 entre zona comercial, exposiciones, oficinas y almacenes.
ET: ¿Cuáles son las mayores diferencias entre el negocio de hace 20 años y actualmente?
AN: Las diferencias son muy importantes, los márgenes son mucho más ajustados, las referencias han aumentado de una manera que no era imaginable, la tecnología se ha hecho imprescindible y los clientes han multiplicado su exigencia.
ET: ¿Cómo os ha afectado la pandemia? ¿Ha habido algún cambio de tendencia o demanda concreta de algunos productos?
AN: La pandemia ha sido un hito en la historia que difícilmente olvidaremos. Cómo en todas las crisis, nos forzó a aumentar nuestra creatividad, no pudimos dejar de trabajar prácticamente en ningún momento, la responsabilidad de los empresarios no es solo con nuestras familias, muchas otras dependen del buen funcionamiento del negocio y sacarlo a delante es de vital importancia. Durante la pandemia cambiaron muchas cosas, el transporte por carretera no dejó de funcionar y nos centramos en darles servicio para que los productos de primera necesidad pudieran llenar las estanterías de supermercados, farmacias, droguerías, llegaran materias primas a las fábricas, etc. Las mascarillas, guantes, geles hidroalcohólicos, máquinas de ozono… se convirtieron en los productos más codiciados y gracias a nuestro amplio abanico de proveedores pudimos servir este tipo de artículos incluso a farmacias locales que tenían grandes problemas de abastecimiento. A día de hoy la demanda está volviendo a ser muy similar a la pre-pandemia.
ET: ¿El auge del comercio online os ha afectado en la misma proporción que a otros negocios del sector comercial?
AN: Allá por el año 2007 vimos internet como una gran oportunidad que debíamos aprovechar. Creamos nuestra primera página web y parte del personal, con mi hermano Miguel a la cabeza, se especializó en comercio electrónico y redes sociales. Una parte muy importante de nuestra facturación proviene de las ventas a distancia, podemos afirmar que internet ha sido un gran aliado para hacer crecer nuestro negocio y seguimos apostando muy fuertemente por este canal.
ET: ¿Qué perspectivas y proyectos a corto y medio plazo tenéis?
A corto plazo estamos trabajando en mejorar la informatización y optimización de los almacenes, añadiendo nuevos sistemas de software, tenemos planificado concluir un aula de formación para trabajadores y clientes, y otros muchos proyectos que están tomando forma. Uno de los secretos para asegurar la supervivencia de las empresas es estar en constante evolución y adaptarse de la mejor manera a los cambios que se van sucediendo.
Los hermanos Negrillo son otro ejemplo de las empresas de sagas familiares que han ido adaptándose a los tiempos y han sabido crecer, demostrando que Tomelloso es una ciudad de emprendedores, dignos herederos de los pioneros que hicieron de Tomelloso la ciudad que hoy es. Por suerte aún quedan más ejemplos, de los que iremos dando cuenta en próximos capítulos de esta interesante serie de artículos titulada “Marca Tomelloso”.