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domingo, 22 diciembre
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Premio para los residentes de pediatría del Hospital de Guadalajara

El Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), se ha alzado con el premio al mejor caso clínico para residentes, que convoca la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha (SPMYCM) con motivo de la celebración de su ‘Reunión anual’.

La residente de primer año de Pediatría, Esther Mazarío Martín, fue la encargada de presentar este caso clínico, para el que ha contado con la doctora María Jesús García Mazarío, como tutora, y el trabajo resultó ganador en la categoría de residentes de primer y segundo año.

Este premio cuenta con dos categorías; una, para casos clínicos de residentes de primer y segundo año y otra segunda categoría, para residentes de tercer y cuarto año. En esta ocasión, se presentaron un total de 25 casos en la categoría de R1 y R2 y 13 casos en la categoría de residentes más mayores, R3 y R4, y se seleccionaron diez casos por categoría para su presentación durante la ‘Reunión anual’, que tuvo carácter online.

El trabajo, titulado ‘Doctora, mi hijo anda raro’, planteaba la atención a un paciente de corta edad que acudió a la consulta de Pediatría por una cojera, un motivo de consulta muy frecuente en urgencias pediátricas y generalmente banal.

Sin embargo, el caso tuvo finalmente un diagnóstico mucho más complejo, “un reto para el pediatra porque los distintos hallazgos analíticos y radiológicos que íbamos encontrando nos fueron dirigiendo hacia diferentes diagnósticos posibles hasta lograr el diagnóstico definitivo, que era una enfermedad nada frecuente”, de muy difícil diagnóstico y que precisaba pruebas muy complejas, según ha señalado Esther Mazarío, quien ha agradecido la colaboración de los hospitales con los que se ha llevado este caso.

El jurado ha tenido en cuenta el interés o relevancia del caso clínico presentado que, según ha explicado la doctora María Jesús García Mazarío, “resultaba muy interesante para un diagnóstico diferencial porque se puede enfocar en diferentes patologías”. También se ha valorado la forma de desarrollarlo hasta llegar al diagnóstico final, desde los diagnósticos más sencillos y evidentes que se fueron descartando hasta los más complejos, como fue en este caso, así como la forma de presentar y defender el caso.

Bogas Bus

El premio consiste en una beca para el próximo congreso de la SPMYCM que se celebrará en octubre en Guadalajara. Esther Mazarío ha mostrado su satisfacción por un reconocimiento que pone de relieve la formación que reciben los médicos residentes del Hospital de Guadalajara y su apuesta por la investigación.

El jefe de Pediatría del Hospital de Guadalajara, Alfonso Ortigado, ha destacado que el premio pone de manifiesto la calidad de este servicio al imponerse sobre trabajos presentados por servicios pediátricos de hospitales madrileños que atienden un elevado número de casos complejos.

Asimismo, ha apuntado a la importancia de trabajar “en equipo y como servicio”, debatiendo y exponiendo posibilidades, y en este caso resultó clave “replantear, reconducir y tener la mente abierta a explorar otras posibilidades”. “Es muy importante el diagnóstico diferencial porque en medicina no todo resulta evidente, hay que saber buscar y hacer un buen uso del criterio clínico”, ha añadido.

Fomento del trabajo investigador

No es la primera vez que los residentes de Pediatría del Hospital Universitario de Guadalajara demuestran la calidad de la formación que se imparte en esta área y su apuesta por la investigación. La doctora María Jesús García Mazarío ha puesto en valor que este servicio cuenta con “muy buenos residentes que desde el principio demuestran mucho interés por aprender, y además tenemos casos muy interesantes y una estrecha relación con hospitales de referencia”.

Así, en este mismo certamen de la SPMYCM dirigido a residentes, el residente Francisco José Martín fue premiado en 2017 por la comunicación ‘Dificultad respiratoria, ¿es siempre culpa del neumocito?’, relativo a un caso que resultó ser un Síndrome de Munchausen por poderes.

Por otra parte, en la primera edición del concurso de casos clínicos para residentes que convoca el SESCAM, la residente Isabel Miras fue premiada en 2018 por el trabajo ‘Fiebre en el paciente pediátrico: la importancia de la exploración física repetida’, en torno a la enfermedad de Kawasaki, y dos años después Cristina Gilarte se hacía con el premio a la mejor comunicación en esta convocatoria con el trabajo ‘Esplenomegalia, más allá de lo frecuente”.

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