Un evento eruptivo similar al de La Palma que se produjera en Ciudad Real, que está rodeado de varios centros eruptivos como el de Cumbre Vieja, entre ellos los volcanes de Cabeza del Palo y Cabezamesada, llegaría a afectar a tres cuartas partes de la ciudad.
Víctor Cuevas, estudiante de Máster de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), y recientemente graduado en Geografía y Ordenación del Territorio por la universidad regional, ha aprovechado los datos abiertos que ofrece instituciones internacionales como el servicio de la Unión Europea ‘Copernicus Emergency Management Service’ para elaborar una cartografía que simula la afección que produciría un evento eruptivo de similares características en el área volcánica del Campo de Calatrava.
Rafael Becerra, profesor de Geografía Física de la UCLM, ha explicado que el mapa elaborado por Víctor Cuevas es «muy interesante» porque pone de relieve la posible afección que provocaría sobre el núcleo urbano una erupción estromboliana y efusiva en el entorno de la capital.
Becerra, miembro del Grupo de Investigación Geomorfología, Territorio y Paisajes en Regiones Volcánicas (Geovol), ha explicado a Efe que en el municipio de Ciudad Real existen 67 volcanes, de los que 24 tuvieron una génesis parecida al de La Palma, según se recoge en la última publicación del grupo de investigación ‘Ciudad Real, magma y agua’.
El mapa de Víctor Cuevas, ha dicho, pone como ejemplo el desarrollo del evento eruptivo en el volcán Cabezamesada, del que partirían las coladas de lava que se encauzarían hacia el núcleo urbano.
Para ello, ha tomado como referencia ‘la silueta’ de los flujos lávicos de La Palma y los ha superpuesto a la ortofotografía aérea (PNOA, CNIG) de la capital, teniendo como centro emisor el volcán de Cabezamesada.
Este volcán, ha dicho Becerra, «es un cono de piroclastos gestado en una erupción estromboliana típica, con derrames lávicos derivados de pulsos efusivos. Un volcán muy parecido al palmero, pero que ocurrió hace más de dos millones de años».
En el territorio de Calatrava, ha recordado el profesor de la UCLM, existen otras manifestaciones hidromagmáticas como los maares, que serían eventos eruptivos muchísimo más violentos y con repercusiones más dramáticas si ocurrieran cerca de núcleos urbanos. De hecho, el núcleo urbano de Ciudad Real capital está emplazado dentro de tres cráteres hidromagmáticos o maares, de hace más de 2 millones de años.
Víctor Cuevas ha explicado que Efe que este mapa es de carácter divulgativo, un ejemplo de qué extensión tendrían las coladas de lava sobre una ciudad pequeña, capital de provincia, con un evento volcánico de características similares al de La Palma en cuanto a cantidad de magma emitido en forma de coladas.
Todo ello, ha dicho, «sin tener en cuenta sobre el terreno, la enorme cantidad de cenizas que, sin duda, afectarían a un área muchísimo mayor en un radio de entre 10 y 15 kilómetros, si no más».
Por dar algunos datos sobre las coladas del volcán de La Palma, con datos actualizados a fecha 7 de noviembre y utilizando como base la cartografía de ‘Copernicus’, la longitud de las lavas alcanza los 6,37 kilómetros desde los centros eruptivos hasta la fajana que ha ganado terreno al mar en la isla, el ramal que se desbordó sobre la fajana antigua (de la erupción de 1949) alcanza los 5,75 kilómetros y el tercer ramal cercano al mar alcanza los 6,69 kilómetros desde los centros eruptivos.
La extensión total de los flujos lávicos ocupa una superficie de 9,94 kilómetros cuadrados, con una amplitud de 1,93 kilómetros en su parte más ancha, y un perímetro total de 46,4 kilómetros.
Se estima una destrucción total de más de 1.500 edificaciones, carreteras, centros educativos, sanitarios y servicios varios, incluyendo campos de cultivo, principalmente plataneras y viñedos.
Si se tiene en cuenta la extensión del núcleo urbano de Ciudad Real, y representado en el mapa elaborado por Cuevas, el ramal lávico que construyó la fajana llegaría desde el volcán Cabezamesada hasta La Poblachuela. El segundo ramal que cubrió la fajana previa (de la erupción de 1949) se quedaría detenido en el entorno del hospital y el tercer ramal, el que avanza lentamente hacia el mar en La Palma, quedaría en las cercanías del gimnasio ‘Nudos’ en la carretera de Badajoz (N-430).
La extensión del núcleo urbano de Ciudad Real alcanza los 9,8 kilómetros cuadrados y 17,23 kilómetros de perímetro, lo que supone una extensión menor que la totalidad de las lavas emitidas por el volcán de La Palma.
Sin embargo, comparando la silueta de la colada palmera con la trama urbana de Ciudad Real se observa que ésta cubriría las tres cuartas partes de la ciudad.
Según el profesor Becerra, si se desarrollase a fecha de hoy una erupción volcánica en cualquiera de los dos centros eruptivos magmáticos del entorno de Ciudad Real, Cabezamesada o Cabeza del Palo, habría que estudiar la topografía actual para determinar la dirección y extensión de las coladas, además de la cantidad de magma emitido por la erupción.
Rafael Becerra y el también profesor de la UCLM Rafael Ubaldo, que han visitado recientemente la isla para realizar trabajos científicos de evolución del fenómeno eruptivo y los daños provocados a la población, han recordado que, a pesar de que Campo de Calatrava es una zona volcánica activa, no es posible una erupción volcánica en la actualidad porque no se dan las condiciones adecuadas para el desarrollo de eventos eruptivos en la provincia.