Al acercarnos a Tomelloso, la silueta de las chimeneas recortadas sobre el cielo nos indica que aquí ha habido cierta actividad industrial. Estas chimeneas de hasta 45 metros de altura eran las que extraían el humo de la leña o el carbón utilizado en la combustión de la destilación para la obtención de alcohol vínico, ya que era una forma de reducir el volumen del vino para poder transportarlo fuera de la ciudad. Su desmesurada altura tenía un motivo lógico: la extracción del humo producido por las calderas de los aparatos de destilación de alcohol sin ningún tipo de extracción mecánica, ya que su longitud hacía de tiro, elevando el humo de manera natural y diluyéndolo por la atmósfera.
En 1981, el insigne escritor Francisco García Pavón escribía: «El caminante que se acerca a Tomelloso desde cualquier punto cardinal, comienza a verle leguas antes de pisar sus cascajales como un blanco y largo pañuelo tendido sobre la tierra parduzca y calcinada….Y las delgadas chimeneas de las fábricas de alcohol, que deslían con mansedumbre de humo lento y rozagante, que repta unos momentos hacia el cielo, para enseguida, en invisibles vedijas, fundirse con el tono azul del cielo de la Mancha».
La producción de alcohol empezó a finales del siglo XIX y esa producción sigue en auge, ya que Tomelloso es el mayor productor de alcohol vínico del mundo. Estas chimeneas, de las que quedan 12 visibles bien conservadas, eran unas auténticas obras d e arte de albañilería con una perfección inigualable. Se cree que llegó a haber cerca de 100. Estas construcciones llegaron a ser tan importantes que había auténticos maestros albañiles especialistas, incluso algunos propietarios de destiladoras participaban en el diseño de la misma. Una de las más curiosas está junto al teatro municipal, y es de forma hexagonal-helicoidal, la mayoría eran de forma hexagonal decreciente, y otras eran de forma cuadrada.
Actualmente las destiladoras de alcohol no utilizan estas chimeneas, sino unos grandes aparatos de varios pisos con chimeneas de extracción más eficientes de acero inoxidable. En la actualidad el alcohol vínico producido en Tomelloso se divide aproximadamente entre 50% destilación de vino, y 50% destilación de orujo y lías (según los excedentes anuales). Los tipos de alcohol que se destilan son: Aguardientes vítícolas, de origen solamente vínico y de una graduación aproximada de 77,20 %, Estos aguardientes, llamados holandas, suelen utilizarse para la elaboración de Brandy y aguardiente tipo Porto. Aguardiente de origen vitivinícola, orujo y lías, de primera destilación, con graduación aprox. de 94,70 %, y alcoholes neutros y brutos de destilación de lías y orujo, con graduación de entre 93 y 96,50 %. El orujo es el material sobrante de las bodegas después del prensado de las uvas, y kas lías son el producto de la decantación del vino después de la fermentación. Estos productos aún contienen un porcentaje de azúcares, por lo que se re-hidratan y después se someten a un proceso de centrifugado y fermentación, y después se destilan.
Otra curiosidad es que, cada vez en mayor proporción, las calderas son alimentadas con los desperdicios del orujo y las lías, así se acaba el ciclo en el que se aprovecha casi todo. La producción anual de distintos tipos de alcoholes y aguardientes de Tomelloso está cercana al medio millón de litros, aproximadamente el 30% de toda la producción nacional.
Estas chimeneas son, por lo tanto, la imagen icónica de una ciudad que creció y se desarrolló alrededor del vino y sus derivados, y forman la parte más visible de nuestra trilogía del patrimonio arquitectónico, junto a los bombos y las cuevas.