El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla La Mancha ha manifestado su «rechazo absoluto» al proyecto de Real Decreto de Enseñanzas Universitarias elaborado por el Ministerio de Universidades, el cual «niega a Enfermería un ámbito de conocimiento propio en la nueva catalogación establecida para inscribir los títulos de Grado y Master que en el futuro se otorguen a las nuevas profesionales de Enfermería».
«De nuevo nos encontramos ante la tramitación de una norma que perjudica notoriamente los intereses académicos y profesionales de una disciplina con un ámbito propio de conocimiento que justifica por sí solo el reconocimiento claro de la Enfermería bajo esa inequívoca adscripción», ha indicado el Consejo en un comunicado.
De ahí que inste al Ministerio de Universidades y a su titular, Manuel Castells, a rectificar el proyecto de Real Decreto para que se incluya a la Enfermería como área de conocimiento «a la que se puedan vincular, de manera clara y diáfana, los títulos universitarios oficiales de Grado y Máster que en el futuro se oferten para formar a los nuevos profesionales de la Enfermería».
Para los representantes de las más de 12.000 enfermeras castellanomanchegas que trabajan en la región, la nueva catalogación establecida en el proyecto de Real Decreto «induce a confusión», dado que, según el actual Real Decreto 183/2008 de 8 de febrero actualmente en vigor, las Especialidades de la Salud por el sistema de residencia, las divide a su vez en especialidades médicas, farmacéuticas, de psicología, enfermería y multidisciplinares.
«Consideramos que esta normativa cuestiona la validez del proyecto de Real Decreto pues a tenor de la redacción literal de aquella norma vigente, todas estas especialidades no compartirían ámbito de conocimiento propio en el nuevo proyecto del Ministerio de Universidades, lo cual supone un contrasentido y un manifiesto error», ha indicado el colectivo.
A su juicio, «la larga trayectoria académica de la Enfermería como disciplina universitaria no puede quedar mancillada con un normativa ambigua, que socave sus sólidas bases epistemológicas que le aportan toda la contundencia y el rigor de sus principios, fundamentos y métodos –científicos y humanísticos– como ciencia de los cuidados; con un cuerpo propio de conocimiento que le permite avanzar y desarrollarse por la senda del ejercicio profesional autónomo, la investigación y la gestión de los cuidados a los pacientes».