La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha alertado ha alertado sobre el elevado número de corzos que mueren cada semana ahogados en la conducción del Trasvase Tajo-Segura que discurre por las provincias de Guadalajara, Cuenca y Albacete y que supone una trampa mortal para estos animales y otras muchas especies.
La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha lamentado que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) sigan si poner remedio a una situación que cada año provoca una verdadera sangría de animales muertos por ahogamiento.
Juan de Dios García, delegado provincial de la Federación de Caza en la provincia de Albacete, ha señalado que tanto la CHT como el Miteco, que son conocedores de esta situación por las denuncias que anteriormente ha hecho esta organización, sigue sin tomar las medidas para evitar estos continuos sucesos.
García ha insistido en el grave problema que los canales de este trasvase suponen para animales silvestres y también domésticos a su paso por las provincias de Guadalajara, Cuenca y Albacete.
Los tramos que registran más mortandad son los que transcurren entre las localidades de El Picazo y Casas de Benítez en la provincia de Cuenca, así como entre Villalgordo del Júcar y La Roda, ambos ya en la provincia de Albacete.
En estas zonas, ha dicho, “empieza a convertirse en habitual el ver cadáveres de distintas especies, principalmente de corzos, flotando en el agua que corre por el canal, lo que supone una imagen dantesca y desoladora para cualquier persona que ama la naturaleza”.
Juan de Dios ha comentado que en algunas ocasiones los cazadores, cuando encuentran ejemplares que aún están vivos, “se implican directamente en su rescate, una labor que también llevan a cabo los Agentes Medioambientales y los efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) cuando detectan un animal que ha caído en interior del trasvase”.
La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha vuelto a pedir a la CHT y el Miteco que tome medidas para evitar que corzos, jabalíes y zorros, pero también aves e incluso animales domésticos como perros, se ahogan en estas aguas de manera preocupante.
Estos animales, ha dicho, intentan acceder al agua para beber y, cuando caen en ella, les resulta imposible salir porque el diseño de los canales se lo impiden, una situación que resulta más habitual con la llegada del calor, cuando los animales tienen más necesidad de beber agua.
García ha insistido en que el trasvase entonces se convierte “en una trampa mortal” para los animales, quienes perecen ahogados, una vez extenuados por los esfuerzos por salir y mantenerse a flote.
La Federación de cazadores consideran que la solución a este problema es que se construyan vías de escape en ambos márgenes del trasvase o bien que se vallen los tramos que resultan más conflictivos.