Vivimos tiempos difíciles.
En estos días tan complicados en los que la sociedad, sus convicciones y seguridades se ponen al límite, hay colectivos y personas que nos ayudan a seguir adelante, garantizando las atenciones y confianza que la ciudadanía necesita. Les debemos mucho.
En una crisis que es, en primer lugar sanitaria, todo mi reconocimiento a los profesionales de la sanidad pública que demuestran, una vez más, la importancia de apostar por un sistema para todos que garantice el acceso universal a la atención sanitaria de calidad para toda la población, independientemente de su renta, y la necesidad de contar con recursos públicos suficientes para lograrlo en una sociedad avanzada como la nuestra. Dentro de las enormes dificultades, la escasez de recursos y la enorme tensión acumulada, gracias a todos por vuestro compromiso cívico y ético.
Siendo lo más importante, la pandemia del coronavirus no es sólo una cuestión sanitaria. Afecta a la sociedad y a la economía de forma directa. El mantenimiento del tejido económico que crea la riqueza y los puestos de trabajo, y el acceso a los productos de primera necesidad para la población española son prioritarios, en estos momentos.
Para hacer frente a la caída de la economía y el aumento del desempleo, el Presidente del Gobierno, rápidamente, acaba de anunciar una inyección de 200.000 millones de euros en la economía, el equivalente a una quinta parte de la riqueza nacional, para atender las necesidades de los trabajadores, las familias y las empresas afectadas por el parón económico, consecuencia de las decisiones inevitables adoptadas para frenar la expansión del virus.
Pero, ¿Qué es la cadena agroalimentaria?
Es un sector económico transversal de la economía, que, a través de un complejo sistema de relaciones -causante en ocasiones de que los agricultores y ganaderos, como están reclamando también estos días, no reciban un precio justo por sus productos-, permite producir materias primas, transformarlas y distribuirlas para ponerlas a disposición de los consumidores.
Desde el punto de vista económico, y según la última estimación del Ministerio de Agricultura (publicada en octubre de 2018) supone anualmente 108.000 millones de euros valor añadido bruto (VAB), distribuido en un 10,9% generado por los servicios y medios de producción agrarios, un 25,1% por la producción agraria, otro 25,1% por la industria agroalimentaria, un 7,8% por el transporte, y un 31,1%, por la distribución, mayorista y minorista. En conjunto, el sistema agroalimentario supone un 11% del VAB nacional y emplea a 2,6 millones de trabajadores.
En una época en la que se destina un porcentaje bajo de los ingresos a la cesta de la compra, se desconoce mayoritariamente el valor de los alimentos y se vive de espaldas al medio rural y a la agricultura y la ganadería, esta crisis -y la reivindicación de precios justos para nuestros agricultores y ganaderos-, nos han abierto, en parte, los ojos.
Valorar el esfuerzo de los agricultores y ganaderos, también el de los trabajadores del campo, conocer el origen y la calidad de los productos, reconocer sabores, aromas y texturas que se pierden en nuestros recuerdos, elaboraciones ancestrales vinculadas al territorio, identificar comarcas y paisajes, en definitiva, acordarse del medio rural, de la dieta mediterránea, de lo que somos y sentimos; es siempre necesario. Hoy es, si cabe, imprescindible.
Quiero dedicar estas palabras a todos los miembros de la cadena agroalimentaria, desde el campo, a la distribución, desde los trabajadores y trabajadoras de la agricultura y la ganadería, a los almacenistas, camioneros y a las cajeras y cajeros de los supermercados, desde los trabajadores y trabajadores de las cooperativas agroalimentarias a los de las industrias particulares, desde los pequeños agricultores y ganaderos a los pequeños comerciantes de barrio o de pueblo o a la gran distribución.
Como consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, todo mi compromiso para que podáis seguir produciendo alimentos y dándonos la mayor seguridad alimentaria del mundo estos días. Vamos a mantener la actividad de los técnicos en el campo, la sanidad animal, la gestión de las ayudas, las convocatorias y vamos a flexibilizar plazos y requisitos, como ya estamos haciendo, para que podáis seguir haciendo vuestro trabajo. Ese que hoy, más que nunca, nos hace sentirnos orgullosos.
Gracias.
#EsteVirusLoParamosUnidos
Francisco Martínez Arroyo
Consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural