A falta de unas dos semanas para terminar la vendimia, desde Vinícola de Tomelloso ya han terminado los varietales de Chardonnay, Verdejo o Viognier. La semana pasada comenzaba la airén, una varietal que suele tener más cantidad de uva pero más dificultades para alcanzar el grado mínimo.
Así nos lo explicaba el enólogo Carlos Pérez a enTomelloso.com, quien ha asegurado que en un año como este, con bastantes lluvias en primavera e invierno, las viñas se han cargado bien de uvas. De momento, desde Vinícola de Tomelloso no han tenido ninguna incidencia en cuanto a alcanzar los grados mínimos que necesita la uva o sobrepasar la cantidad de kilos por parcela.
EnTomelloso: ¿Qué incidencia ha tenido el coronavirus en la bodega?
Carlos Pérez: Desde febrero hasta ahora los mercados se han caído totalmente, sobre todo para las bodegas que estamos en la exportación y vendemos la mayoría de productos embotellados a hostelería y restauración. Han cerrado bares y restaurantes, no hay a quien vender, a algunos de ellos incluso les pilló con existencias en almacén. Hemos intentado ayudarnos y pasar esta situación que todavía tenemos, y que va a dificultar mucho las ventas. También hay cierto aprovechamiento por parte de los compradores para comprar los productos a un menor precio en un momento de debilidad del mercado.
ET: En esta cooperativa sois una gran familia, ¿han tenido los agricultores algún problema a la hora de ir a trabajar?
CP: Las viñas y la agricultura no se pueden parar. La naturaleza sigue, hay que seguir haciendo los trabajos con las medidas de seguridad necesarias. Además, al ser un sector primario e indispensable se permitían los desplazamientos.
Con la vendimia hay más movimiento de personas y más contactos. Por ellos, desde la consejería se han puestos medidas de seguridad, y todos son conocedores de ellas. En la cooperativa es igual: se han puesto en toda la zona de acceso unos dispensadores de gel hidroalcohólico, cartelería y se ha informado a los socios de que quienes quieran entrar en la bodega deben hacerlo con mascarilla y lavado de manos, y pasar el menor tiempo posible en las instalaciones. Todo ello para no tener incidencias y que no nos cierren la bodega. Cuando termine la recogida de uva será diferente porque ya no habrá tanto movimiento.
ET: ¿Qué porcentaje lleváis hecho hasta ahora de la vendimia?
CP: Llevaremos sobre el 65-70% de la vendimia; de hecho, algunas varietales ya están terminadas. El tinto tempranillo está prácticamente terminado, habrá unos 300.000 kilos que quedan por coger. Del tinto estaremos en el 80% de la vendimia y del blanco llevaremos un 20%. Esperamos que en unos 12 días estemos ya viendo el final.
ET: Con las lluvias de esta primavera, ¿cómo está siendo la calidad de la uva?
CP: La calidad de la uva es buena. Las condiciones meteorológicas son mejores que el año pasado, sobre todo para los blancos. Esperamos que los vinos sean de buena calidad, las uvas lo han sido. Los tintos van a estar bien, aunque quizás más cortos de color. Si el mercado se abre y se puede comercializar, se podrá hacer sin problema.
ET: ¿Ha estado el volumen de la vendimia por encima de otros años?
CP: En algunos casos sí, en los varietales ha habido incluso descensos. En otros casos, ha habido un ligero ascenso, pero cifras de entre 7-10% con respecto al año pasado.
ET: De cara a la nueva cosecha, ¿pensáis en algunas novedades?
CP: Es cierto que uno siempre está pensando en cosas nuevas, pero visto lo visto, sobre todo por cómo está el mercado y cómo está la situación, la verdad es que el año está siendo irregular. Es mal año para todo y vamos a intentar pasarlo con la cabeza alta e intentando defender lo que tenemos, pero sin hacer muchas cosas nuevas porque ya va a ser complicado vender lo normal.
