Victoria García, vecina de Tomelloso, es una paciente recién recuperada de Covid-19 que se
somete a un trasplante de médula ósea. Sabiendo que aún faltan días para su trasplante, nos cuenta cómo ha vivido su experiencia con el coronavirus y cómo ve la situación después de haberlo superado. Así mismo, también nos cuenta cómo están siendo sus últimos días antes de realizar el trasplante.
¿Cuándo te sometes al trasplante de médula?
El trasplante es el día 23, lo que pasa es que hubo un error a la hora de preparar el artículo de Josep Carreras. Lo que empieza ahora es el tratamiento, después de pasar el trasplante nos dan una quimio que dura varios días.
¿Qué pensaste cuando te comunicaron que estabas contagiada de Covid-19?
Al principio pensé sinceramente qué me podía pasar, si me podía recuperar o no, aunque los síntomas que tenía no eran demasiado fuertes. Por otro lado, pensé que me curaría y
superaría el Covid igual que superé otros contratiempos, ya llevaba una semana con él y no lo sabía nadie, ni siquiera yo.
¿Qué sentimientos tuviste durante la fase de recuperación del COVID-19 y las fases preparatorias para el transplante?
Las quimios duraban 7 días. Me ponían dos tipos de medicamentos diferentes y era liberador. Después sentí nervios porque venían los efectos secundarios: vómitos, problemas intestinales. Por otra parte, pensaba que quedaba un día menos para irme. Gracias a Dios he contado siempre con el apoyo de mis amigas y de mi madre. Siempre me he encontrado bastante animada la verdad. Siempre he tenido mucha positividad, cuando peor he estado he sacado más ganas de tirar para adelante.
¿Qué significa para ti la figura de tu madre después de haberlo pasado todo a tu lado?
Pienso que es una madre coraje, yo le digo “Mira mamá, mira lo que estás haciendo”, y ella
siempre me contesta “lo que hacen todas las madres”. Nos hemos tomado todo con mucho
humor y creo que eso es de ser una persona muy fuerte y positiva. Creo que todas las madres lo podrán hacer, pero no con esa entereza. Soy muy enérgica y de repente verme así no tiene que ser fácil. Además, ella ha sido el punto de unión de la familia porque desde que ingresé en el hospital de Albacete, siempre ha estado con vitalidad. Además hemos tenido más problemas de salud en casa. Cuando me diagnosticaron el Covid, que fue encima el Domingo de Ramos, siempre sacaba el punto positivo a las cosas. Me considero bastante fuerte y creo que también es gracias a ella.
¿Tu ejemplo puede servir de inspiración para todas las personas que estén pasando por alguna enfermedad complicada?
Después del artículo de la fundación que se publicó, no he parado de recibir mensajes.
Además, tengo una amiga con 33 años que está pasando una situación parecida a la mía y
siento emoción, porque no te imaginas que de una cosa tan horrible puedes sacar cosas tan bonitas. Al final se pueden sacar cosas muy buenas y siempre siento mucha emoción en poder ayudar a otros con mi experiencia.
¿Qué le les puedes contar a las personas que están pasándolo mal debido a los efectos de la pandemia?
Les recomendaría que piensen que aún quedan opciones de luchar, que siempre hay que tirar para adelante, que hay que convencerse a uno mismo, que de todo se puede salir. Hemos visto a mucha gente irse sin quererlo ni merecerlo, que luchen y que vean que se puede salir de las cosas. Tienen que pensar que hay que ir para adelante y tienen que estar convencidos de que de todo se puede salir. Que piensen que mientras haya esperanza se puede.